Lisboa. El Parlamento de Portugal votó el jueves a favor de permitir la eutanasia y el suicidio asistido para personas que sufran enfermedades terminales.
La histórica votación coloca a Portugal cerca de convertirse en uno de los pocos países del mundo que permiten los procedimientos. Sin embargo, el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, aún podría tratar de frenar la medida.
La Asamblea Republicana (Parlamento) aprobó cinco propuestas de ley por el derecho a morir, cada una por un amplio margen. Los partidos de centro izquierda, que ocupan 134 de los 230 escaños de la cámara, presentaron los cinco proyectos que no eran diferentes en esencia. En una votación similar realizada hace dos años, los legisladores rechazaron la eutanasia por cinco votos.
Antes del voto de los legisladores, el jueves, cientos de personas protestaron contra las medidas frente al edificio del Parlamento. Grupos opuestos esgrimían carteles con leyendas como “La eutanasia no acaba con el sufrimiento, acaba con la vida” y coreaban “¡Sí a la vida!”, e incluso algunos manifestantes sostenían crucifijos y efigies religiosas.
Rebelo de Sousa podría vetar la ley, pero el Parlamento podría anular el veto si lo aprueba en una segunda votación. En Portugal, el presidente no tiene poderes ejecutivos.
El jefe de Estado podría también pedirle a la Corte Constitucional revisar la legislación. La Constitución estipula que la vida humana es “sacrosanta” aunque el aborto es legal desde el 2007.
La eutanasia -en la que un médico directamente le administra fármacos fatales a un enfermo- es legal en Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo, Holanda y Suiza. En algunos estados de Estados Unidos, el suicidio asistido -en el que el paciente se administra una sustancia letal bajo supervisión médica- es legal.
RT agenciaecclesia: Manifestação contra a legalização da eutanásia em Portugal. pic.twitter.com/dsOX7ip2Lt
— + Catolicismo (@maiscatolicismo) February 20, 2020
Ana Figueiredo, una maestra de Matemáticas, se convirtió en una defensora de la eutanasia después de que su padre -de 70 años-, que padecía cáncer terminal, se quitó la vida con una pistola hace casi seis años.
“Él estaba consciente, con fuertes dolores y ... rogó a los médicos que acabaran con su dolor porque se encontraba en una etapa terminal”, expresó Figueiredo. “Fue muy triste verlo rogar por una muerte digna sin dolor”.
La Iglesia católica ha encabezado la oposición a esos procedimientos en Portugal, donde actualmente son ilegales y conllevan penas de cárcel de hasta tres años. Líderes católicos han pedido sin éxito al Parlamento que convoque a un referendo sobre el tema. Varias iglesias realizaron vigilias contra la eutanasia la noche del miércoles.
Voto a conciencia
La mayoría de los partidos permitió que sus legisladores votaran a conciencia, y se esperaba que algunos de ellos no mantuvieran la línea de su partido.
La legisladora socialista Isabel Moreira indicó que la decisión pretendía dejar que la gente “tomara elecciones personales sin violar la ley”.
El Partido Socialista también presentó propuestas para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto en Portugal.
“Todos pueden ser arquitectos de su propio destino, siempre y cuando no afecten a otros”, sostuvo Moreira durante el debate.
Telmo Correia, un legislador del Partido Popular (de tendencia conservadora), describió la eutanasia como “un retroceso siniestro para la civilización”. Agregó que ninguno de los partidos que presentaron las propuestas de legalización mencionó la eutanasia en su plataforma política durante la elección general de octubre.
En un proceso inusual, cada legislador fue llamado, en orden alfabético, para emitir su voto sobre cada proyecto de ley en lugar de realizar la votación de manera electrónica. Tal método prolongado es usado generalmente solo para votaciones históricas, tal como una declaración de guerra o un juicio político.
La propuesta del Partido Socialista, en el poder, cubre a pacientes mayores de 18 años que se encuentran “en una situación de sufrimiento extremo, que presentan una lesión que no puede ser tratada o una enfermedad fatal e incurable”.
Dos médicos, al menos uno de los cuales es especialista en la enfermedad relevante, y un psiquiatra, deberán aprobar la solicitud del paciente para ser sometido a la eutanasia. Cada caso sería presentado luego ante el Comité de Verificación y Evaluación, que podría aprobar o rechazar el procedimiento.
El proceso se pospondrá si es desafiado ante una corte o si el paciente pierde la conciencia, y el personal médico puede negarse a realizar el procedimiento con base en sus creencias. La supervisión corre a cargo de la Oficina General de Salud.
A fin de desalentar a las personas de que viajen a Portugal para poner fin a sus vidas, las propuestas estipulan que los pacientes deben ser ciudadanos portugueses o residentes legales.
El gobierno de coalición, encabezado por socialistas, de España también inició los pasos legislativos necesarios para legalizar la eutanasia.