Ciudad del Vaticano. El papa Francisco lanzó este domingo un “llamado urgente” a los dirigentes europeos para que acojan finalmente a 49 migrantes, entre ellos varios niños, bloqueados desde hace una decena de días a bordo de barcos de oenegés en el Mediterráneo.
“Desde hace varios días, 49 personas rescatadas en el Mediterráneo están a bordo de dos barcos de ONG, a la espera de un puerto seguro dónde desembarcar. Hago un llamado urgente a los dirigentes europeos para que demuestren solidaridad real con estas personas”, declaró ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro con ocasión de la tradicional oración del ángelus.
Estos migrantes bloqueados a bordo de dos navíos de las ONG alemanas Sea-Watch y Sea Eye, muy cerca de las costas maltesas, iniciaron este fin de semana su segunda semana en el mar Mediterráneo, según algunos. Para otros, en cambio, es ya la tercera semana sin que se haya encontrado ninguna solución.
No es la primera vez que el Papa argentino, descendiente de inmigrantes italianos, lanza un llamado a los europeos para que abran sus fronteras a los migrantes. Italia y Malta confirmaron este domingo que no tenían ninguna intención de autorizar a atracar a estos navíos.
“En Italia, no entra nadie más. Esta es la línea y no cambiará”, afirmó el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, y líder de la Liga (extrema derecha), en una entrevista este domingo con el diario Il Messaggero. “Los puertos italianos están y seguirán estando cerrados”, reiteró en Twitter.
Una nave tedesca e una olandese, in acque maltesi.
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) January 4, 2019
Ma ad accogliere dovrebbe essere ancora l’Italia.
La nostra Italia che ha già accolto quasi un milione di persone negli ultimi anni, la nostra Italia dove più di un milione di bambini vive in condizioni di povertà assoluta.
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Rechazo a ‘precedente’
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, explicó por su parte que no quiere crear un “precedente” al autorizar el desembarco de estos migrantes, en una entrevista con Radio One, en Malta. “Debemos encontrar un equilibrio entre el aspecto humano y la seguridad nacional”, subrayó.
La isla de Malta, situada en medio del mar Mediterráneo cerca de las costas libias y con 450.000 habitantes, teme convertirse en la principal puerta de entrada para los migrantes en Europa, si abre sus puertos. “Esto es algo que podría crear un precedente y debemos ser vigilantes al respecto”, explicó el primer ministro.
“Pues, si tuviéramos que aceptar sin rechistar que estos migrantes desembarquen”, entonces “ganarían los brutos”, aseguró, sin señalar a nadie en particular. Las relaciones entre la Italia de Salvini y la isla de Malta se deterioraron desde que Roma decidió cerrar sus puertos a los migrantes.
Salvini reclama a Malta que asuma sus responsabilidades abriendo sus puertos a los barcos que hayan rescatado a migrantes frente a las costas de Libia, debido a la proximidad de la isla con este país del norte de África.
Muscat sostuvo que Malta no se desentiende de esta responsabilidad después de haber acogido estos últimos días a unos 250 migrantes, rescatados por la Marina maltesa, en el interior de la zona marítima que se le ha confiado en materia de salvamento.
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En el caso de los migrantes rescatados por los barcos de las ONG alemanas, Muscat señaló que las operaciones de salvamento tuvieron lugar en la zona de responsabilidad atribuida a Libia, y que Malta -por lo tanto- no tenía la obligación legal de aceptar a estas 49 personas.
En el resto de Europa, Holanda y Alemania indicaron que estaban dispuestos a acoger a estas personas, pero con la condición de que se haga dentro de un marco europeo. Aún no se ha tomado ninguna decisión.
A la espera de un puerto de acogida, el Sea-Watch 3, con 32 migrantes a bordo, entre ellos tres niños, rescatados el 22 de diciembre en las costas de Libia, seguía bloqueado este domingo frente a las costas de Malta, al igual que el barco de la ONG Sea Eye, con 17 personas.
“La situación se está volviendo cada día más inestable, el nivel de estrés está aumentando”, declaró el médico a bordo del Sea-Watch 3, Franck Doerner, citado por la agencia italiana Agi. “Las olas y el mal tiempo aumentan e intensifican aún más los problemas de estas personas”, ya traumatizadas cuando llegan “a nuestros barcos”, añadió.