San Pedro Sula, Honduras. Cientos de hondureños avanzaban este martes en una nueva caravana huyendo de la violencia y en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump volvió a reclamar a los demócratas la construcción de un muro para impedir la inmigración ilegal.
“Huimos del desempleo, de la violencia, de JOH (el presidente Juan Orlando Hernández)”, respondió al unísono un grupo de seis personas mientras caminaban a toda prisa por la orilla de la carretera, al preguntarles por qué emigraban.
En un afiche difundido por redes sociales, personas anónimas convocaron a la “caravana migrante 15 de enero” saliendo de la terminal de buses de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 km al norte de la capital. “Buscamos refugio. En Honduras nos matan”, agregó el texto.
Según Trump, la formación de un nuevo contingente demuestra la necesidad de erigir un muro en la frontera con México para impedir la entrada de personas indocumentadas.
“Solo funcionará un muro. ¡Solo un muro, o una barra de acero, mantendrán la seguridad de nuestro país!”, agregó, al tiempo que pedía el fin del bloqueo que paraliza la administración federal estadounidense desde hace más de tres semanas. Según Trump, la caravana es “gigantesca”, “la más grande que se ha visto” hasta ahora.
A big new Caravan is heading up to our Southern Border from Honduras. Tell Nancy and Chuck that a drone flying around will not stop them. Only a Wall will work. Only a Wall, or Steel Barrier, will keep our Country safe! Stop playing political games and end the Shutdown!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 15, 2019
Hacia el norte
En San Pedro Sula, desde la tarde del lunes empezaron a llegar decenas personas a la central de autobuses, pero al ser las 5 p. m. salieron más de 500 bajo un fuerte aguacero con destino a Agua Caliente (noroeste), en la frontera con Guatemala.
La madrugada del martes partió otro grupo de cerca de 500.
La mayoría de los migrantes eran hombres jóvenes, pero también iban adultos mayores, mujeres y niños, algunos en brazos.
La vicecanciller Nelly Jeréz informó de que 60 menores fueron retenidos cuando intentaban cruzar a Guatemala por la frontera de Agua Caliente, diez de los cuales iban sin acompañamiento de sus padres.
La funcionaria agregó que en el contingente marchaban entre 800 y 1.000 personas.
Saira Claros, de 24 años, expresó en Agua Caliente que las autoridades le impidieron salir con su hija de nueve meses por falta de pasaporte y permiso del padre. Pero “al papá lo mataron cuando (la niña) tenía cuatro meses”, contó.
Subida en un pick-up entre unas 20 personas, Marlin Alcántara, de 31 años, aseguró que huía de la violencia en su entorno familiar."Llevo documentación que me avala para quedarme allá (en Estados Unidos) con asilo", afirmó la mujer, originaria de Tegucigalpa y quien viajaba con dos hijas de 9 y 13 años.
“No queremos a ese presidente que nos está destruyendo la vida”, se quejó Javier Morán, quien recordó que cuando Hernández llegó al poder en el 2014 el pueblo tenía esperanzas de tiempos mejores, pero a un año de iniciado su segundo mandato, en una reelección cuestionada, las ilusiones se perdieron.
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Esta es la tercera caravana que sale desde Honduras. La primera partió el 13 de octubre pasado de la misma terminal de buses de San Pedro Sula, con unas 2.000 personas. Una segunda con un número menor partió cuatro días después desde el sur del país. Otras salieron de El Salvador y Guatemala.
Según la Embajada de Honduras en México, unos 2.500 hondureños de esas dos caravanas están en albergues en México y solo 3% tiene probabilidades de lograr asilo en Estados Unidos.
La Cancillería estima que alrededor de 13.000 hondureños llegaron a México en los últimos meses, de los cuales 7.270 han retornado a su país voluntariamente al encontrar bloqueado el paso en la frontera con Estados Unidos, mientras que 11 murieron.