Lucha contra el nuevo coronavirus: una mirada desde América Latina

La región ha debido crear protocolos para hacer frente al virus, preparar y potenciar sus sistemas de salud, así como establecer planes económicos de emergencia

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En Latinoamérica la pandemia del covid-19 se combate en muchos casos en medio de otros graves problemas: un severo brote de dengue, débiles sistemas sanitarios, falencias en salubridad, además de la presencia de otros males como la anemia y la desnutrición. El Grupo de Diarios América (GDA) recopiló la experiencia en sus países miembros.

Lima. El nuevo coronavirus ha significado un duro golpe para todos los países del mundo, aunque no todas las naciones han recibido el impacto en las mismas condiciones.

En Latinoamérica, la lucha contra la pandemia del covid-19 se libra en muchos casos en medio de otros graves problemas: un severo brote de dengue, débiles sistemas sanitarios, falencias en salubridad, además de la presencia de otros males como la anemia y la desnutrición.

En este escenario, la región ha debido crear protocolos para hacer frente al virus, preparar y potenciar sus sistemas de salud, así como establecer planes económicos de emergencia y gestionar sus recursos en tiempo récord. Todo esto mientras los ciudadanos son bombardeados con noticias falsas sobre el covid-19.

Por ello, el Grupo de Diarios América (GDA) ha preparado un diagnóstico de las condiciones en las que se encuentra la región ante la pandemia, a partir de las experiencias recogidas por los diarios que integran el grupo de medios en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.

El brote de coronavirus encontró a los países de la región en una situación dispar en cuanto a salubridad, un hecho preocupante si se considera que este virus no puede combatirse sin higiene.

Casi todas las naciones mencionadas en esta nota cuentan con hospitales con un servicio adecuado de agua potable o afirman que se ha procurado garantizar los mínimos insumos de higiene a estas entidades ante la pandemia. Sin embargo, una realidad muy diferente se vive en Venezuela.

El diario El Nacional asegura que tras la confirmación de los primeros dos casos de coronavirus en Venezuela, personal médico denunció que los hospitales del país no están preparados para atender la pandemia.

Asimismo, países como Uruguay, Puerto Rico, México destacan en que el virus provocó una demanda excepcional de bienes como alcohol en gel y mascarillas a nivel general. En el caso de México, el diario El Universal afirma que semanas previas a la confirmación del primer caso positivo de covid-19, personal de salud advirtió que no contaban con insumos como jabón y gel antibacterial.

En Argentina, el diario La Nación señala que los ministerios de Salud de las provincias del país reforzaron la provisión de elementos de higiene para el personal y los pacientes. Sin embargo, indica que es difícil confirmar si hay o no material faltante en algunos casos.

El acceso al agua potable en las viviendas también es un grave problema en muchos países de la región. Solo Uruguay, Puerto Rico, Chile y México afirman tener un servicio de agua eficiente en la mayoría de su territorio.

El panorama en los hogares de Venezuela en cuanto al acceso al agua no es mejor que en el de sus hospitales. En Caracas, los venezolanos deben pasar esta crisis con su servicio de agua potable intermitente, situación que empeora en otras partes del país.

En tanto, 6 de los 50 millones de colombianos no cuentan con agua potable suministrado directamente a sus hogares, mientras que la falta de saneamiento básico en Brasil deja a 35 millones de personas sin agua tratada y 100 millones sin recolección de aguas residuales.

En Argentina, más del 15% de las viviendas no tienen conexión domiciliaria a la red pública de suministro de agua y en El Salvador el abastecimiento es un grave problema que afecta sobre todo al área metropolitana, donde hay colonias que han pasado hasta 15 días sin el servicio.

En Perú, el diario El Comercio afirma que la falta de una cobertura adecuada en la red de agua en todo el país está pasando factura en épocas de pandemia.

Una situación particular vive Costa Rica, donde la emergencia sanitaria por el coronavirus coincide con la estación seca en el país, en momentos en que se estaba aplicando un programa de racionamientos.

Recursos insuficientes

Los reportes de todos los países consultados reflejan que el número actual de camas de hospital, infectólogos, respiradores, mascarillas y personal médico en la región es insuficiente para hacer frente a la pandemia. Así, los sistemas de salud han emprendido su preparación y contención ante el covid-19 en medio un déficit de recursos médicos, que hoy luchan por mejorar en tiempo récord.

En Uruguay, el diario El País afirma que “pese a que los más optimistas piensan que los focos de coronavirus están controlados, el sistema de salud se preparara para lo peor”. Según los datos del Ministerio de Salud Pública, hay 650 camas de cuidados intensivos disponibles en Uruguay, de las cuales 150 pertenecen al sector público.

En la misma línea, O Globo de Brasil apunta que los datos sobre la disponibilidad de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en el país son preocupantes: de las 16 mil camas para adultos en el Sistema Único de Salud (SUS), el 95%, o 15.200, están ocupadas. Para satisfacer la creciente demanda en un escenario de avance de la epidemia en el país, la capacidad debería aumentar en un 20%, es decir, se necesitarían al menos 3.200 nuevas camas de UCI.

En tanto, según el diario El Nuevo Día, se estima que en Puerto Rico hay unas 10.000 camas hospitalarias y 500 unidades o camas de cuidados intensivos, mientras que en toda la red hospitalaria de El Salvador hay aproximadamente 5.000 camas, que incluyen el sistema privado y el Seguro Social, en muchos lugares algunas ya en malas condiciones.

Por su parte, Colombia tiene un índice de camas hospitalarias de 1.7 por cada 1000 habitantes y específicamente en los servicios de cuidados intensivos, este índice varía, dependiendo de las regiones.

En tanto, Chile cuenta con 214.34 camas por cada 100.000 habitantes.

En Perú, hay en total 820 camas de cuidados intensivos y 900 ventiladores mecánicos. De esta cifra, 504 camas UCI están disponibles para la emergencia del covid-19.

El diario La Nación de Argentina señala que en el país hay cinco camas de hospital por cada 1.000 habitantes (cifras del 2019), además de entre 3 y 4,5 camas de terapia intensiva por cada 1.000 habitantes.

En México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, informó en enero pasado que el país debería tener 18 camas hospitalarias por cada 10 mil habitantes pero solo cuenta con ocho.

La situación más dramática está una vez más en Venezuela, donde el Ministerio de Salud ni siquiera emite información oficial sobre la situación de los hospitales del país.

Sin embargo, se ha constatado que en cuanto a las mascarillas y guantes, en la mayoría de centros médicos que disponen del material solo lo usan para emergencias y áreas críticas. En otros, el personal optó por elaborar topabocas de tela y material de uso quirúrgico. En varios hospitales no disponen de mascarillas.

En cuanto a los protocolos adoptados ante la pandemia, los países siguen, en general, lineamientos muy similares que incluyen medidas de prevención con cierre de fronteras y aeropuertos, confinamiento obligatorio en casa, medidas de higiene tanto a nivel personal, como laboral y en el hogar, además de estrategias específicas de distanciamiento social, higiene y aislamiento para casos sospechosos y asintomáticos.

Golpe económico

El impacto negativo del nuevo coronavirus en las economías de la región es evidente e inevitable, por lo que varios países han emprendido políticas de ayudas a los ciudadanos y otras medidas económicas para mitigar el impacto del brote.

O Globo afirma que la crisis del coronavirus derribó las proyecciones de crecimiento de la economía brasileña y varios bancos ya predicen una recesión. “El gobierno originalmente pronosticó una expansión del 2.4%. El número ya ha sido revisado a 2.1%, y la proyección oficial debería reducirse nuevamente”, apunta.

El Ministerio de Economía de Brasil ya ha lanzado cuatro conjuntos de acciones para enfrentar la crisis. En valores actualizados, representan una inyección de R $ 179,6 mil millones.

En Chile, El Mercurio explica que el coronavirus comenzó a impactar cuando China (primer socio comercial para un país cuya economía está orientada al libre comercio) cerró sus puertos.

La llegada de la pandemia a Chile implicará un mayor deterioro de las cuentas fiscales del país este año y la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda ha estimado que el fisco vería una merma de ingresos previstos para este año de entre $4.500 y $5.000 millones.

El gobierno chileno anunció el 8 de abril un segundo paquete económico, con un fondo de $2.000 millones para las familias más pobres, lo que beneficiaría a unos 2,6 millones de trabajadores informales y sin acceso al seguro de desempleo.

En Argentina, La Nación indica que se podrían perder unos $5.000 millones en la generación de bienes y servicios. Solo en enero del 2020, las exportaciones de carne cayeron un 38,2% con respecto del último cuatrimestre del 2019, principalmente por una disminución de los envíos a China

Asimismo, La Nación de Costa Rica destaca que “sectores como turismo, restaurantes, bares, casinos, transporte, entretenimiento y deporte han sufrido un durísimo impacto debido al cierre de las fronteras y a la cancelación total de eventos masivos”.

Por su parte, Perú ha puesto en marcha un plan económico que busca mitigar el impacto de esta crisis. Serán, de momento, más de $25.000 millones, el equivalente a un 12% del producto interno bruto del país.

En Venezuela, el experto petrolero Orlando Ochoa alertó que el país tiene una enorme vulnerabilidad social y económica ante el virus. Recalcó que la capacidad de respuesta está restringida a razón de la crisis política y sanciones estadounidenses.

Por otro lado, la mayoría de países afirma que sus gobiernos conformaron una especie de comisión de crisis para coordinar todas las acciones para atender la crisis desde el punto de vista sanitario y socioeconómico. Asimismo, en casi la totalidad de los casos las autoridades brindan conferencias de prensa diarias para dar actualizaciones del estado de la crisis.

El diario La Prensa Gráfica de El Salvador indica que en el país hay una campaña pública de esclarecimiento “permanente intensificada por la desinformación que también lanzan. Desde febrero el gobierno creó el Gabinete de Salud Ampliado y destinó $8.5 millones para tratar la pandemia".

En Brasil, las medidas son impulsadas y notificadas por los gobiernos federal, estatal y municipal.