Hong Kong. Tres activistas emblemáticos del movimiento prodemocrático de Hong Kong ganaron el martes ante la más alta jurisdicción de la excolonia británica un juicio en apelación contra la condena a prisión por su papel en “la revuelta de los paraguas”, un caso considerado como un test de independencia de la justicia frente a Pekín.
Joshua Wong, que se convirtió en la figura de la revuelta, Nathan Law y Alex Chow advirtieron, no obstante, que no había nada que celebrar.
La libertad de conciencia y de expresión siguen amenazadas en el territorio devuelto a China en 1997, subrayaron.
Los tres activistas fueron condenados en agosto a penas de entre seis a ocho meses de prisión.
Esta condena se decidió tras la apelación de la fiscalía que reclamaba penas más importantes que las decididas en primera instancia, que fueron trabajos de interés general o prisión en suspenso.
Los tres fueron liberados bajo fianza unas semanas después a la espera de un recurso ante la corte de apelaciones, la mayor jurisdicción de Hong Kong.
El juez Geoffrey May subrayó que el trío recibió penas “significativamente más graves” que las que generalmente se dictan en casos de manifestación ilegal.
Teniendo en cuenta el idealismo de los acusados, su juventud y el hecho de que no tenían antecedentes, el tribunal en primera instancia dio un veredicto apropiado, estimó Ma.
La revuelta de los paraguas
Los tres activistas fueron condenados por su papel en la manifestación ilegal del 26 de setiembre de 2014. Los manifestantes habían escalado barreras metálicas e ingresado en el Civic Square, una plaza situada en un complejo gubernamental.
Esta acción desencadenó manifestaciones más importantes y dos días después comenzó el movimiento prodemocrático de masas, cuando la Policía lanzó gases lacrimógenos a la multitud que se protegió con paraguas.
Durante más de dos meses centenares de miles de hongkoneses paralizaron barrios enteros de la ciudad para reclamar la instauración de un verdadero sufragio universal. Pero Pekín no cedió.
Wong y Law crearon un partido, Demosisto, que pide la autodeterminación de la ciudad.
El juez Ma estimó, no obstante, que los manifestantes deberían verse disuadidos de participar en manifestaciones ilegales.
“En virtud de este fallo, otros militantes podrán ser detenidos”, reaccionó Wong. “No es momento de felicitarse o de celebrar”, añadió.
Wong podría ser detenido nuevamente por otro caso vinculado al inmenso movimiento prodemocrático y en el que está libre bajo fianza.
Fue condenado a tres meses de prisión por no respetar una orden judicial que exigía la evacuación de un campamento montado durante las manifestaciones.
El acuerdo sino-británico sobre la devolución, garantiza a los hongkoneses derechos inexistentes en el continente, como la libertad de expresión y una justicia independiente, en teoría hasta 2047.
Pero la serie de incidentes recientes, en particular el encarcelamiento de los activistas prodemocracia, suscitaron temor por la autonomía y el Estado de derecho en Hong Kong.
Las relaciones entre China y Hong Kong se rigen por el principio de “un país, dos sistemas” desde que Reino Unido retrocedió la ciudad a China en 1997 tras 150 años de mandato británico.