Los gemelos de un año murieron luego de que su padre los dejara encerrados por más de ocho horas en un auto estacionado cerca de un hospital de la ciudad estadounidense del Bronx, en Nueva York, mientras él trabajaba.
El hombre -identificado como Juan Rodríguez, de 39 años- dejó a su hijo y a su hija dentro de un Honda Accord y se fue a trabajar al Centro Médico James J. Peters, de acuerdo a la información policial citada por The Washington Post.
Ocho horas más tarde, volvió, se subió al auto y condujo una corta distancia hasta que se dio cuenta de que los niños no respiraban y que les salía espuma por la boca.
“Bajó del auto y empezó a gritar hasta que una persona llamó a la policía”, informaron medios locales.
Cuando los oficiales llegaron, descubrieron que los bebés estaban muertos.
Fueron identificados como Mariza y Phoenix Rodriguez del condado de Rockland.
El padre fue acusado de dos cargos de homicidio y dos cargos de homicidio por negligencia criminal, señaló The New York Times.
En medio de la ola de calor que afecta al país, la Administración de Servicios para Niños de la ciudad advirtió a los padres que tengan cuidado de dejar a sus hijos en autos, instando a las personas a “mirar antes de cerrar”.
El dolor más grande
En Costa Rica se dio un caso similar en el 2014. El papá de un bebé de siete meses debía llevar a su hijo a la guardería, pero de camino recibió una llamada en la que le indicaron que un cliente lo buscaba. Eso lo habría desconcentrado.
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Según la investigación, él se trasladó hasta su sitio de trabajo poco antes de la 1 p. m. con el bebé aún en el automóvil; estacionó y se fue para su oficina.
Dos horas después, el vigilante llegó para avisarle, pues observó al niño dentro del carro.
A este tipo de situaciones se le conoce como el síndrome del niño olvidado, y fue el primero registrado en Costa Rica en el que el resultado fue la muerte del menor.
La Fiscalía de Alajuela concluyó en ese momento que el padre del bebé de siete meses fallecido ya había pagó ese descuido con su dolor.
Ante eso, la entidad pidió al Juzgado Penal que aplicara el criterio de oportunidad de la pena natural y dictara el sobreseimiento definitivo del progenitor.
Ese criterio se puede fijar cuando, a causa de los hechos que se le atribuyen, el imputado haya sufrido daños físicos o morales “que tornen desproporcionada la aplicación de una pena”, según el Código Procesal Penal.
La ley establece que, cuando el dolor marca a la persona de por vida, no hay otra pena que pueda equilibrar el daño tan grande que a sí misma se ha provocado la persona.
Cada año, en Estados Unidos, un promedio de 38 niños mueren a causa de un golpe de calor después de dejarlos en autos cerrados, según Kids And Cars, una organización sin fines de lucro que se enfoca en prevenir muertes y lesiones a niños y mascotas.
El mismo sitio web de la organización enumeró 21 muertes este año, hasta el 16 de julio.