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Un artesano nicaragüense muestra sus muñecos hechos a mano, incluyendo unos del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Elaborados con ropa vieja para representar el año que termina, estos muñecos serán quemados. Foto: Inti Ocon/ AFP. (INTI OCON/AFP)
Cada país se alista a su manera para recibir el 2019 y despedir el año que agoniza.
En Nicaragua, por ejemplo, quemarán muñecos vestidos con ropa vieja para representar el 2018. Entre los más llamativos que se usarán en esta ocasión para supuestamente “espantar las malas vibras”, destacan figuras del polémico presidente estadounidense Donald Trump.
En los Países Bajos, dos pueblos están compitiendo por construir la fogata más grande. Los habitantes de Scheveningen ya construyeron una estructura de madera con varios niveles en la playa que está lista para prenderse la noche del 31 de diciembre.
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Los holandeses preparaban esta estructura de madera en la playa de Scheveningen este 30 de diciembre. Dos aldeas de la Haya compiten en la construcción de la fogata más grande que se encenderá en la víspera de año nuevo. Foto: Koen van Weel / ANP / AFP). (KOEN VAN WEEL/AFP)
Los brasileños, por su parte, preparan ofrendas para Yemanja, la diosa del mar, en un ritual en que lanzan flores y pequeños barcos a la orilla del agua para traer paz y prosperidad. Vestidos de blanco, también brincarán siete olas y pedirán siete deseos durante la Nochevieja.
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Un brasileño llevó flores como ofrenda para Yemanja, en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, este sábado 29 de diciembre de 2018. La creencia en la diosa proviene de la religión yoruba africana traída a América por esclavos de África occidental. Foto: Leo Correa de AP (Leo Correa/AP)
En Roma, el grupo de teatro Kitonb se prepara para presentar a sus famosos bailarines aéreos colgados de una grúa en el espectáculo de año nuevo del Circus Maximus.
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Los bailarines aéreos del grupo de teatro Kitonb ensayaban su presentación, para la cual colgarán de una grúa, este 30 de diciembre de 2018 en Roma. (ALBERTO PIZZOLI/AFP)
Los venezolanos también están listos para despedir un difícil 2018, y representarán las calamidades de su patria en la llamada quema del año viejo, una antigua tradición en Táchira, estado fronterizo con Colombia. Cada 31 de diciembre se celebra dicho ritual que busca dejar atrás lo malo con ‘monigotes’ que serán incinerados a la medianoche.
Ana Quintero, de 53 años, quien ha visto partir a varios familiares huyendo de la crisis venezolana, armó frente a su casa una escena de la migración que incluye un viejo carro lleno de maletas con una familia a bordo, un puesto de pasaportes y una valla en la que se lee: “¡Adiós, Venezuela!”.
“Este año habrá cinco sillas vacías en el comedor de nuestro hogar, es fuerte expresar este dolor que sentimos”, contó Ana a la AFP con voz entrecortada.
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Las calles de San Cristóbal, en Venezuela, se llenan de monigotes que serán incinerados a la medianoche. Diseños rudimentarios son hechos con materiales reciclados para plasmar los males del otrora rico país petrolero caído en desgracia: inflación, migración masiva, escasez de todo tipo de bienes y corrupción. Foto: Carlos Ramirez/AFP (CARLOS RAMIREZ/AFP)