“Ni siquiera tienen dinero para comprar los billetes de tren que necesitan para llegar al norte de Italia y a Francia, que es donde tienen familiares y amigos que les pueden ayudar”, explicó el responsable de Inmigración del Partido Refundación Comunista, Stefano Galieni.
La concesión de este tipo de permisos para circular libremente por el área Schengen suscitó las protestas de algunos países europeos como Francia y Alemania, reticentes a permitir el ingreso en sus territorios de los inmigrantes africanos.
Sentados en un lateral de la estación de trenes de Termini, los tunecinos, todos hombres de entre 18 y 25 años, esperabana con mochilas a la espalda los billetes que, según Galieni, esperaban conseguir ayer a través de Protección Civil.
Algunos de ellos llevan casi un día en la estación romana, ya que permanecen allí desde el lunes por la tarde, cuando llegaron procedentes del sur de Italia, la mayoría desde Palermo (Sicilia).
Por su parte, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, reconoció que los servicios sociales intervinieron para “evitar que se quedaran en Termini refugiados y clandestinos” y subrayó que se mantendrán “activos” y “vigilantes”.