Hollande, favorito en las últimas encuestas, presentó ayer su programa para los comicios este año, que resumió en 60 propuestas. Su plan ha recibido duros ataques de sectores políticos conservadores y de extrema izquierda.
Hollande desgranó un programa que costará 20.000 millones de euros y que serían financiados con más impuestos a los más ricos y a los bancos. Esta medida pretendería recaudar 29.000 millones.
El diputado socialista negó que su estrategia aumente el endeudamiento del país y reiteró su compromiso de equilibrar las cuentas públicas para el año 2017.
Cuatro días después de haber dado su primer gran mitin de campaña el domingo, el socialista apareció ayer con un tono pedagógico para presentar su proyecto, destinado a recuperar la economía del país, crear más empleo y afianzar los servicios públicos.
“No voy a prometer nada que no pueda aplicar”, aseguró Hollande en la presentación de sus 60 promesas; acompañadas todas ellas de la cifra de financiación.
Hollande se comprometió a restablecer el impuesto sobre la fortuna que grava a los más ricos del país, así como elevar las tasas a los bancos y a las grandes empresas.
Sin embargo, si gana la presidencia, prometió ayudas a las pequeñas y medianas empresas, las que más empleos crean en Francia, y anunció contrataciones públicas esencialmente en educación, seguridad y justicia, con lo que prevé detener un repunte del desempleo.
También aumentará ciertas ayudas a los más desfavorecidos y hará desaparecer algunas desgravaciones fiscales que afectan a los grandes capitales.
Los franceses podrán volver a jubilarse a los 60 años, siempre que hayan trabajado 41, y el candidato socialista prometió incrementar la vivienda protegida y limitar las alzas de los alquileres en las ciudades más caras del país.
Entre otros guiños al electorado de izquierda, destacó la unión legal entre parejas del mismo sexo, incluido el derecho a la adopción.
Además, permitiría la legalización de la eutanasia y el derecho de voto en comicios locales a los extranjeros legales que lleven, al menos, cinco años en el país, medidas que rechazan los conservadores.
Hollande concentra el 27,5% de la intención de voto de cara a la primera vuelta presidencial este 22 de abril, frente al 24% para el presidente Nicolás Sarkozy.
En la segunda vuelta, prevista para el 6 de mayo, el candidato socialista se impondría con un 56% de los sufragios conforme las últimas encuestas en Francia.