A las 12:40 (hora de Costa Rica) durante varios minutos la fumata negra que salió de la pequeña chimenea de cobre fue recibida con gritos de decepción por las miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro para la ocasión.
Antes de de que las puertas de la capilla se cerraran, vestidos con sus paramentos rojos y el birrete cardenalicio, los "príncipes de la Iglesia", procedentes de 51 países, juraron guardar, so pena de excomunión, el secreto de lo que ocurra en sus deliberaciones.
Al término de una ceremonia que duró cerca de una hora y fue transmitida en directo por televisión, el maestro de ceremonias Guido Marini pronunció el secular "Extra omnes" ("Fuera todos"), ordenando salir a todas las personas ajenas a la elección del 266º pontífice de la historia, y cerró las pesadas puertas de madera de la capilla con un sonoro golpe.
Los cardenales votarán cuatro veces al día a partir de mañana (dos en la mañana y dos en la tarde). El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, reconoció en la mañana que la votación de hoy difícilmente sería exitosa.
La espera hoy de miles de fieles en la Plaza de San Pedro se vio sorprendida por dos feministas que llevaron a cabo una acción de protesta. Las dos jóvenes iban con los senos desnudos con las inscripciones "Pope no more" ("No más Papa") y "Paedophilia no more" ("No más pedofilia") y lograron pasearse brevemente por las barreras de protección antes de que les arrestara la policía.