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En la audiencia presidida por el juez Olivier Leurent, la cual duró más de nueve horas, el acusado afirmó que su profesión es de “revolucionario profesional”.
Sentado tras un cristal blindado, acompañado de tres policías y vestido con vaqueros, suéter azul y chaqueta del mismo color,
La primera fue para denunciar la “falta de ayuda de Venezuela” para respaldar financieramente a sus defensores, Isabelle Coutant Peyre –también su compañera sentimental – y Francis Vuillemin.
Ramírez está acusado de complicidad en asesinato y destrucción de la propiedad mediante explosivos en cuatro “actos de terrorismo” que fueron perpetrados en Francia en 1982 y 1983.
Según la acusación, el objetivo era obtener la liberación del suizo Bruno Breguet y la alemana Magdalena Kopp, su compañera de entonces, quien estaba encarcelada en París.
El tribunal especial, conformado por jueces anónimos, sesionará hasta el 16 de diciembre.
La acusación está fundamentada en archivos abiertos tras la caída del Muro de Berlín, en países del exbloque soviético como Hungría, Alemania del Este y Rumania.
De los más de 70 testigos citados a comparecer en este proceso, solo algunos parecían estar en condiciones de acudir al tribunal.
La alemana Magdalena Kopp, esposa legal de Ramírez y quien es residente en Alemania, explicó, en una carta leída por el juez, que les es “imposible atestiguar a favor o contra él siendo el padre de mi hija”.
En cambio, Hans Joachim Klein, quien fuera compañero de ruta del Chacal, comparecerá el 2 de diciembre.
Hoy, se leerá el acta de acusación y luego se examinará la personalidad del acusado.