Massera había sufrido un accidente cerebro-vascular en el 2003 y quedó en estado casi vegetativo, por lo que la Justicia argentina lo declaró insano mentalmente e inimputable.
El exalmirante fue uno de los responsables del golpe de Estado de 1976 que derrocó a Isabel Perón, e integró la Junta de Comandantes en el poder junto a su máximo responsable, el general de Ejército Jorge Videla, y al brigadier general de la Fuerza Aérea Orlando Agosti.
Massera dirigía la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros de tortura y asesinato, por donde pasaron 5.000 prisioneros políticos y solo sobrevivieron un centenar.
Sentenciado a cárcel perpetua en 1985, fue indultado en 1990 por el expresidente Carlos Ménem, pero años después se reabrieron los enjuiciamientos, entre ellos uno por el robo y cambio de identidad de 500 bebés. Luego, en el 2007 la Justicia anuló el indulto de Ménem.
Actualmente, era juzgado en rebeldía por un tribunal de Roma, que envió a un médico a Buenos Aires para constatar si era verdad que Massera no podía defenderse en juicio, como decía su abogado. “Está en plenas facultades mentales”, aseveró el médico al tribunal.