Berlín. AP y AFP Roman Herzog, que como presidente presionó a Alemania para abrazar las reformar económicas en la década de 1990 y recalcó la importancia de recordar el Holocausto nazi falleció a los 82 años.
Herzog, un bávaro de carácter jovial, presidió el Tribunal Constitucional Federal, antes de acceder a la presidencia en 1994, cuatro años después de la reunificación del país.
“Debemos decir adiós a nuestros amados derechos adquiridos. Están todos afectados, todos deben hacer sacrificios, todos deben contribuir”, dijo pocos años antes de las grandes reformas del Estado providencia impuestas por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder.
Herzog, que creció bajo el nazismo, pidió “perdón” a los polacos en 1994, con ocasión del 50º aniversario del gueto de Varsovia, “por lo que los alemanes (les) hicieron”.
Al año siguiente, durante el 50º aniversario de la liberación de Auschwitz, eligió asistir a una ceremonia judía en el campo de concentración en lugar de a la oficial del gobierno polaco.
El expresidente nació el 5 de abril de 1934 en Landshut, Baviera. Le sobrevive su segunda esposa, Alexandra.
Sin embargo, el presidente, aunque considerado como la voz de la moral del país, tiene un cargo principalmente ceremonial y la reforma tardó en llegar.
Al año siguiente, el canciller de centroizquierda Gerhard Schroeder llegó al poder diciendo que una de las tareas de su gobierno sería modernizar el país y gestionar las “reformas atrasadas”. Pero aún pasaron varios años hasta que Alemania se empleó a fondo en la dolorosa reforma del estado del bienestar.
Las reformas aplicadas finalmente por Schroeder fueron impopulares en su momento, pero hay un amplio consenso sobre que pusieron a Alemania en buena forma para capear crisis económicas.
Herzog –que sucedió a Richard von Weizsaecker, recordado por instar al país a enfrentar su oscuro pasado– también introdujo un día anual de recuerdo a las víctimas del Holocausto, establecido el 27 de enero, aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.
Al anunciar la decisión en 1996, dijo que la memoria debe “recordar a generaciones futuras que estén atentas”. La comunidad judía alemana celebró el compromiso de Herzog con asegurarse de que las atrocidades nazis no caían en el olvido.
Herzog se acercó a países que sufrieron bajo la ocupación nazi, pidiendo perdón cuando viajó a Polonia en el 50 aniversario del Alzamiento de Varsovia en 1944.
Herzog abandonó la presidencia cuando expiró su primer mandato en 1999 y fue sustituido por Johannes Rau, miembro de los socialdemócratas de Schroeder.
Su padre trabajaba en una fábrica de rapé y más tarde dirigió el museo local.
Estudió derecho en la Universidad de Múnich y entró en política de la mano de Kohl, entonces gobernador del estado de Renania-Palatinado y que lo nombró representante del responsable de la región en Bonn en 1973.
Más tarde sirvió como ministro de Cultura y del Interior en el estado suroccidental de Baden-Wurtemberg.
En 1983 fue nombrado vicepresidente del Tribunal Constitucional Federal, y ascendió a presidente del tribunal en 1987.