Three arrested in US triple kidnapping: police TOPSHOTS This image obtained May 7, 2013 courtesy of WOIO TV shows Amanda Berry (C) reunited with her sister (L) on May 6, 2013 in Cleveland, Ohio after Berry and two other women who had been missing for a decade were found alive in a house not far from where they were last seen. The dramatic discovery drew hundreds of cheering people to the usually quiet, residential street to celebrate that girls, long feared dead, were very much alive. Three men have been arrested in the case. AFP PHOTO / WOIO == RESTRICTED TO EDITORIAL USE / MANDATORY CREDIT: "AFP PHOTO / WOIO TV" / NO SALES / NO ARKETING / NO ADVERTISING CAMPAIGNS / DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS == (WOIO TV)
Cleveland y Washington. AFP, EFE y AP. ¿Por qué? ¿Cómo? Estados Unidos no salía de su estupor ayer después de la detención de tres hermanos sospechosos de haber secuestrado a tres jóvenes desaparecidas durante unos diez años en Cleveland , Ohio.
Amanda Berry, de 27 años, Gina DeJesús, de 23, y Michelle Knight, de 32, fueron encontradas en una casa en el barrio de West Side en Cleveland –no lejos de donde desaparecieron entre el 2002 y el 2004–, después de que una de ellas sacó un brazo por una puerta y comenzó a gritar, lo cual alertó a un vecino, quien la ayudó. Una niña de seis años, hija de Berry, también fue hallada junto con las mujeres, dijo la Policía.
Las tres mujeres fueron dadas de alta en la mañana de un hospital donde se sometieron a una revisión médica, que determinó su estado como “relativamente saludable”, según el MetroHealth Medical Center en Cleveland .
Las autoridades no informaron de si las víctimas estaba atadas dentro de la vivienda o si alguna de ellas fue violada. La Policía indicó que intentaba ser cuidadosa en los interrogatorios, dado el trauma que soportaron.
Medios de prensa de Cleveland, que citaron fuentes policiales cercanas a las pesquisas, dijeron que las tres jóvenes habrían estado embarazadas y abortaron varias veces producto de los ultrajes y golpes de los plagiarios.
El caso hizo recordar que entre 3.500 y 4.000 casos de niños desaparecidos aún se hallan pendientes de resolver, según el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCEMC).
El director ejecutivo del Programa Menores Perdidos del NCEMB, Bob Lowery, precisó que diario se reportan unos 2.000 casos de desapariciones infantiles, de los cuales el 80 son huidas de los pequeños, mientras que menos de un 1% se relacionan con secuestros similares al caso de las tres jóvenes.
Muchas preguntas. El alcalde de la ciudad de Cleveland, Frank Jackson, resaltó ayer el singular suceso plantea una serie de interrogantes que las autoridades deberán tratar de despejar.
“Tenemos muchas preguntas sin respuesta. ¿Por qué fueron secuestradas? ¿Cómo fueron capturadas? ¿Y cómo permanecieron en Cleveland sin ser identificadas en ningún momento?”, expresó.
“Es una casa normal. Nadie oyó nada, nada. No sé cómo mantuvo a esas chicas”, declaró, en estado de shock , Joe Torres, cocinero de 32 años y vecino del barrio.
Rachel Williamson, de 30 años, madre de tres niños, pasaba “a menudo” por la casa, ubicada en una zona popular. “Es triste pensar que ellas estaban allí todo el tiempo”.
“Ayúdeme. Soy Amanda Berry”, dijo, frenética, la joven al llamar al número de emergencias 911 el lunes después de que un vecino la ayudó a escapar junto con su hijita de la casa donde estaba junto a otras dos mujeres, a pocos kilómetros de donde las secuestraron.
Después del sorprendente descubrimiento, la Policía detuvo a tres hermanos: Ariel, Oneil y Pedro Castro, de 52, 50 y 54 años, respectivamente. Ariel es el dueño de la casa; sus dos hermanos vivían en otro lugar, informó la Policía.
Hasta el momento no se habían formulado cargos contra los arrestados, manifestó Martin Flask, director de Seguridad Pública de la ciudad de Cleveland.
Flask aseveró que la Policía no recibió alertas de ninguna situación anómala en el 2207 de la avenida Seymour.
Sin embargo, dos vecinos dijeron haber estado lo suficientemente preocupados por lo que vieron en la casa, como para llamar en dos ocasiones a las autoridades.
Elsie Cintrón, quien vive a tres viviendas de distancia, recordó que su hija vio en una ocasión a una mujer desnuda que andaba a gatas en el jardín trasero, hace varios años, y llamó a la Policía. “Pero ellos no se lo tomaron en serio”, afirmó.
Otro vecino, Israel Lugo, comentó que escuchó golpes en alguna de las puertas de la casa de Castro, que tenían bolsas de plásticas en las ventanas, en lugar de vidrios. Eso fue en noviembre del 2011.
Los agentes tocaron en la puerta principal, pero nadie respondió. “Caminaron a un costado de la casa y luego se fueron”, rememoró.
Fin de la pesadilla. Fue Charles Ramsey, otro vecino, el primero en descubrir la situación y prestar ayuda a Amanda Berry.
“Hice barbacoas con este tipo (Ariel Castro), escuchamos salsa. Nunca nada me hizo pensar que tenía chicas en esa casa. Salía al jardín, paseaba a su perro, cuidaba su auto, un tipo común”, expresó Ramsey, quien oyó los gritos de Berry y la ayudó a escapar, todavía en estado de shock.
Ramsey se convirtió en un héroe local desde que se acercó a la casa al escuchar a la muchacha dando patadas a la puerta “como loca”, tratando de salir.
“Fui a la entrada de la casa y me dijo ‘Ayúdame. Me han secuestrado. He estado en esta casa por mucho tiempo. Quiero irme. Ahora mismo’”, contó a la cadena ABC.
Ramsey rompió la parte de abajo de la puerta de una patada y la mujer salió a gatas “llevando a una niña”, agregó.
“Soy Amanda Berry. Me secuestraron y he estado desaparecida durante diez años. Estoy libre ahora”, dijo cuando llamó a la Policía.
Berry había sido vista por última vez el 21 de abril 2003 por la tarde, cuando salía de su trabajo en un restaurante de comida rápida. Tenía 16 años.