Washington. Estados Unidos inicia la “semana más dura” en su intento de aplacar el impacto del nuevo coronavirus en ese país.
Jerome Adams, director de Salud Pública, advirtió que morirán muchas personas en toda la nación a raíz del nuevo coronavirus. Comparó emergencia con ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001 y el ataque a Pearl Harbor.
“Será la semana más dura, la semana más triste, en la vida de la mayoría de los estadounidenses (...) Este será nuestro Pearl Harbor, nuestro 11 de setiembre, pero no quedará limitado a una sola región”, sentenció Adams.
En declaraciones al programa Fox News Sunday, indicó: “Ocurrirá en todo el país, y quiero que toda la nación lo entienda”.
El número de personas infectadas con el virus en Estados Unidos sobrepasa los 300.000 y el saldo de muertes asciende a 9.600. Del total de decesos, 4.150 ocurrieron en el estado de Nueva York.
Gran parte de la población norteamericana tiene órdenes de quedarse en casa, y las autoridades aseveran que hay indicios de que la población está acatando las instrucciones sobre el distanciamiento social. Sin embargo, el gobierno también enfatiza que lo peor aún está por llegar.
LEA MÁS: China exportó casi 4.000 millones de mascarillas por coronavirus
"El 90% de los estadounidenses están haciendo su parte, hasta en los estados en que no se les ordenó quedarse en casa”, agregó Adams.
El epicentro de la crisis
Nueva York es el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus en Estados Unidos, en las últimas 24 horas contabilizó 594 nuevas muertes
El estado de Nueva York concentra más de un tercio de los 312.481 casos de covid-19 registrados en Estados Unidos
Los datos fueron confirmados por territorio el gobernador, Andrew Cuomo.
“El estado de Nueva York está tal vez muy cerca del pico de contagios o puede que ese pico sea una meseta y que estamos en ella”, declaró Cuomo.
“¡Médicos, enfermeras, expertos en respiración asistida. Si no están aún en esta batalla, vengan porque los necesitamos”, pidió, por su parte, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Las cifras de nuevas hospitalizaciones, admisiones en los servicios de reanimación y de personas intubadas descendieron levemente, pero se necesitarán dos o tres días para ver dibujarse una tendencia, insistió Cuomo.
LEA MÁS: Panamá mantiene cuarentena por género para combatir coronavirus
A la espera de que se reduzcan los contagios, el sistema de salud del estado está en situación de estrés por falta de equipos y de profesionales, según explicó el político.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el sábado el envío de un millar de médicos y enfermeros militares a Nueva York para ayudar a tratar al alto número de pacientes con coronavirus.
Los 325 primeros miembros de ese personal médico trabajarán en los hospitales públicos de la ciudad de Nueva York, donde la situación es más complicada.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte. La mayoría de la gente se recupera.
Respiro en Italia y Francia
En tanto, España, Italia y Francia registraron una esperanzadora reducción del número de muertos por coronavirus este domingo.
Una imagen resumió la calamidad que asola al mundo: el Papa Francisco, solo, dando inicio a la Semana Santa, normalmente sinónimo de iglesias llenas y procesiones, pero que este año sorprende a la mitad de la población mundial confinada.
Los balances de muertos e infectados por el nuevo coronavirus siguen aumentando y hasta este domingo había más de 1,2 millones de contagios en 190 países, según un recuento de la AFP.
Del total de fallecidos, 49.000 están en Europa, principalmente en Italia y España, donde los habitantes comienzan a recuperar la esperanza.
En España, y por tercer día consecutivo, se registró una reducción del número de fallecidos. En las últimas 24 horas murieron 674 personas, lo cual sitúa el balance total de decesos en el país en 12.418.
España es el segundo país del mundo más castigado por la pandemia después de Italia, donde las cifras este domingo también eran alentadoras.
El número de fallecidos diarios por el nuevo coronavirus fue de 525, el balance más bajo desde el 19 de marzo, anunciaron el domingo los servicios de Protección Civil de ese país, que totaliza 15.887 decesos.
"Son buenas noticias pero no deberíamos bajar la guardia", dijo el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.
En Francia, el balance diario de muertos fue de 357 este domingo, la cifra más baja en una semana en este país que ya superó las 8.000 muertes por coronavirus y donde la mayoría de hospitales están también desbordados.
LEA MÁS: Joe Biden revela intención de hacer convención demócrata por Internet
Escenario de América Latina
La pandemia también avanza en América Latina, que registraba este domingo casi 30.400 casos confirmados y 1.053 muertos.
Brasil suma un tercio de casos, con 10.278 enfermos, y el mayor número de muertos, 432.
Se avecina la "fase más aguda" de la pandemia, reconoció un informe del Ministerio de Salud de Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro ha minimizado la enfermedad y ha rechazado las medidas de confinamiento y distanciamiento social.
Este domingo, autoridades costarricenses informaron de que estudian acciones internacionales ante la inacción del gobierno de Nicaragua frente a la pandemia. El gobierno de Daniel Ortega es el único centroamericano que no ha ordenado medidas de aislamiento social.
En Guayaquil, en Ecuador, donde varias decenas de cadáveres yacieron durante horas en viviendas y calles debido al colapso de los servicios funerarios, se recibieron unos 1.000 ataúdes de cartón para enterrar a los muertos, ya que en la zona no hay suficientes y los que hay son demasiado caros para muchas familias.
El impacto social y económico de la pandemia comienza a dejarse sentir, pero es aún imposible de calcular. Las cifras récord de desempleo, empresas en quiebra y mercados paralizados son ya el día a día de muchos países, pese a las inyecciones financieras anunciadas por Estados y organismos multilaterales.