En una declaración que pronunció antes de responder a preguntas del panel, Brennan prometió mantener a los miembros de los comités de inteligencia del Congreso “plenamente informados”, y reconoció que la CIA “no está inmune al escrutinio” de sus esfuerzos por proteger el país.
La audiencia en el Senado reflejó la emoción y la polémica. Varias personas levantaron carteles contra los drones ( aviones teledirigidos) y denunciaron a gritos las muertes que esos instrumentos provocan.
Las protestas se centraron en los ataques con aparatos teledirigidos de la CIA que han matado numerosos presuntos terroristas, incluyendo tres estadounidenses, en el extranjero.
Brennan defendió en el Senado la legitimidad del uso de drones para matar de forma selectiva a miembros de al-Qaeda y rechazó la necesidad de una nueva legislación específica para ese tipo de operaciones. “Estos ataques se realizan en completo cumplimiento de las leyes”, aseveró.
Horas antes del comienzo de la audiencia, el presidente Barack Obama ordenó que el documento secreto que traza los argumentos legales para atacar a ciudadanos estadounidenses fuese entregado a miembros de los paneles de inteligencia en ambas cámaras.
Fue un paso a fin de despejar la vía para la ratificación de Brennan, luego de insinuaciones de algunos legisladores de que podrían oponerse a la confirmación si no tenían acceso al documento.
En su declaración inicial, Brennan dijo: “La necesidad de información precisa y análisis clarividente de la CIA jamás ha sido mayor de lo que es en el 2013 o lo que será en los próximos años”.
Señaló que Estados Unidos sigue en guerra con al-Qaeda y sus grupos asociados, que –expresó– buscan “lanzar ataques mortíferos contra nuestra tierra y nuestros ciudadanos, además de contra nuestros amigos”.
El postulado para encabezar la CIA es un veterano de tres decenios en los servicios de inteligencia y fue el máximo asesor de antiterrorismo de Obama.