Un terremoto de magnitud 6,5 grados sacudió el jueves la región sur de Filipinas, el segundo de esa misma intensidad en esa área en apenas una semana, de acuerdo con el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS).
El movimiento afectó la isla de Mindanao, donde el temblor registrado el martes había dejado un saldo de por lo menos seis personas muertas y extensos daños materiales.
El alcalde de la ciudad de Tulunan, Reuel Limbungan, dijo a AFP que el nuevo terremoto se registró cuando los comercios se preparaban para abrir y las escuelas comenzaban a recibir los primeros alumnos de la jornada.
“Todo el mundo corrió" para salir de los edificios, dijo Limbungan, quien añadió que el sismo de este jueves “fue más fuerte que el anteior”.
Al menos seis personas murieron y más de 50 resultaron heridas en Mindanao el martes.
Una de las víctimas mortales es un adolescente que falleció al derrumbarse una pared de su escuela, cuando los alumnos intentaban evacuarla. Otros estudiantes resultaron con heridas graves.
Otro fallecido es un hombre de 66 años que murió al derrumbarse su casa. Rocas y desprendimientos de tierra desatados por el violento temblor mataron a otras cuatro personas.
Filipinas forma parte del llamado “Cinturón de Fuego”, un arco de intensa actividad sísmica que se extiende desde Chile hasta el sudeste asiático.
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