Ciudad de México. Un sismo de magnitud 7,4 con epicentro cerca del destino turístico de Huatulco, en el sur de México, causó el martes por lo menos cuatro muertes, remeció los edificios de la capital mexicana y provocó que miles de personas salieran a las calles.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que una persona falleció y otra resultó herida luego de que un edificio colapsó en Huatulco, Oaxaca. Por lo demás, indicó que había reportes de daños menores como ventanas rotas y paredes derrumbadas.
Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informó de que una segunda persona falleció aparentemente por el derrumbe de una casa en la pequeña localidad montañosa de San Juan Ozolotepec.
Las autoridades federales de protección civil reportaron otras dos muertes: de un trabajador de la empresa petrolera estatal Pemex que cayó de una estructura en una refinería, y de otro hombre que falleció en la localidad oaxaqueña de San Agustín Amatengo luego de que un muro le cayó encima.
Pemex reveló que el sismo causó un incendió en su refinería de la ciudad de Salina Cruz, en la costa del Pacífico y relativamente cercana al epicentro. Señaló que un trabajador resultó herido y que el fuego fue extinguido rápidamente. Iglesias, puentes y carreteras también sufrieron daños por el sismo.
López Obrador informó de que se habían registrado más de 140 réplicas, la mayoría de ellas de baja magnitud.
Los sistemas de alerta sísmica se activaron a media mañana del martes con suficiente anticipación para que la gente saliera de los edificios. Algunas zonas quedaron sin electricidad.
Los helicópteros sobrevolaron el centro de la Ciudad de México y las patrullas sonaron sus sirenas.
Grupos de personas aún deambulaban cerca de calles y aceras en algunos vecindarios de la capital aproximadamente una hora después del terremoto. Muchos no llevaban mascarillas a pesar del llamado de las autoridades locales a usarlas para frenar la propagación del coronavirus.
Dentro de un cuartel militar de la Ciudad de México convertido en hospital para atender a pacientes con covid-19, el personal médico portaba equipo de protección mientras trataba de calmar a los pacientes ansiosos. Sin poder evacuar las áreas de aislamiento, los pacientes se amontonaron bajo una gran viga en el pabellón de mujeres mientras una enfermera intentaba calmar a una paciente que tenía un ataque de pánico.
Teresa Juárez solo deseaba que pasara rápido desde su cama de hospital, donde está conectada a oxígeno. Juárez, quien padece diabetes e hipertensión, dijo que pensó en sus cinco hijos. “Es horrible, aquí está uno y no sabe uno qué hacer”, comentó.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) precisó que el sismo de magnitud 7,4 se produjo a las 10:29 a. m. (9:29 a. m. en Costa Rica) en la costa del Pacífico, a una profundidad de 26 kilómetros. El epicentro se ubicó a 12 kilómetros al sur-suroeste de Santa María Zapotitlán, en el estado de Oaxaca.
Se sintió en Guatemala y todo el centro y sur de México.
En Huatulco, un destino turístico conocido por sus bahías y sus olas aptas para el surf, el sismo derribó productos de las tiendas y causó grietas en algunos edificios.
Mari González, del Hotel Princess Mayev en Huatulco, manifestó que tanto el personal del hotel como los huéspedes pudieron salir antes del terremoto, pero que 45 minutos más tarde la gente seguía afuera debido a que continuaban las réplicas.
El sismo “fue fuerte, muy fuerte”, comentó González.
Añadió que se rompieron algunos espejos y vidrios, pero que no hubo grandes daños. El personal del hotel estaba a la espera de que se disiparan las réplicas para realizar una evaluación completa de la propiedad.
La prensa local reportó daños en edificios de la ciudad de Oaxaca, la capital de la entidad. Los funcionarios del estado indicaron que están revisando si hubo daños.
Este sismo ocurrió cuando la placa de Cocos, que se ubica al suroeste de la zona, se movió debajo de la placa Norteamericana, explicó Earle.
“Tienes varias placas y se están moviendo rápidamente”, dijo Earle. “Lo importante es cuán rápido se mueven las placas entre sí”.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos alertó de una amenaza de sunami con olas de uno a tres metros sobre el nivel del mar a lo largo de algunas partes de las costas de México. Se preveían olas más pequeñas en Centroamérica, Perú y Ecuador.