EscucharLas temperaturas glaciares alcanzaron este domingo nuevos récords en el noreste de Estados Unidos, aunque las previsiones meteorológicas prevén una mejora de las condiciones climáticas la próxima semana.
La ola de frío ya cobró la vida de 22 personas, según medios estadounidenses.
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Los vuelos internacionales se suspendieron en una terminal inundada en el aeropuerto insignia de Nueva York el domingo, arrojados al caos luego de que una tubería de agua se rompió durante las temperaturas extremadamente frías tras una tormenta invernal.
El termómetro marcó -15°C en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, donde el caos seguía después de que el sábado fueran cancelados y retrasados decenas de vuelos.
“Las temperaturas glaciares continúan causando fallas en los equipos y demorando las operaciones”, indicó en un comunicado la autoridad portuaria de Nueva York y New Jersey, que rige sobre JFK.
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La terminal 4 se inundó parcialmente este domingo tras la ruptura de una tubería. Imágenes de televisión mostraron agua cayendo de un techo y anegando la zona de retiro de equipaje, mientras cientos de maletas eran puestas a resguardo.
“Hay cerca de ocho centímetros de agua en la parte oeste del terminal 4”, precisó la autoridad portuaria.
El sábado, ningún vuelo internacional pudo aterrizar en la terminal 1, donde operan Air France, Japan Airlines, Korean Air y Lufthansa. En total se anularon 94 vuelos y 17 fueron desviados.
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En el este de Canadá, las alertas de frío extremo fueron retiradas este domingo por los servicios meteorológicos.
Pero el aumento de temperaturas estará acompañado de nuevas nevadas. En Quebec y Nuevo Brunswick se registraron -20°C, aunque se espera que las temperaturas suban a -10°C.
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Los quitanieves mueven nieve mientras un avión de JetBlue espera afuera de la terminal cinco en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy el pasado 4 de enero de 2018. Una tormenta invernal viaja por la costa este de los Estados Unidos arrojando nieve y creando condiciones como de ventisca en muchas áreas.
Las principales carreteras fueron reabiertas a la circulación y solo la red secundaria en Gaspésie (sureste) sufría demoras o bloqueos.
Los traslados marítimos en su mayoría seguían suspendidos y en la provincia de Terre-Neuve-et-Labrador (noreste), mientras que las autoridades meteorológicos proyectaron “chubascos de nieve (...) con una visibilidad muy reducida”.
En Quebec se esperaba nuevas nevadas desde la noche del domingo hasta el martes.
