Multan, Pakistán. Al menos 74 personas murieron en el este de Pakistán en un incendio en un tren en marcha provocado por un hornillo de cocinar, según dijeron las autoridades el jueves.
El fuego arrasó los vagones cuando el convoy se acercaba a la localidad de Liaquatpur, en la provincia de Punjab.
La tragedia se suma a otros siniestros en la desvencijada red ferroviaria pakistaní, que sufre de una mala gestión y un pobre mantenimiento.
Los supervivientes describieron escenas espantosas en las que otros pasajeros saltaban gritando por las ventanas, con los vagones envueltos en llamas.
El primer ministro Imran Kahn declaró estar “profundamente triste por la terrible tragedia”, y anunció la apertura de “una investigación inmediata, que hay que completar urgentemente”, consignó en Twitter.
Las cadenas de televisión difundieron imágenes del tren con varios vagones devorados por las llamas.
“Terrible tragedia en un tren Tezgam (el nombre de la línea) por la explosión de una bombona de gas aportada por un pasajero. Oraciones y pésame a las familias de las víctimas”, escribió la ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, en Twitter.
El accidente “se podría haber evitado”, añadió, y lamentó que muy pocas veces se controlan los equipajes a bordo de los trenes.
“Podíamos oír a la gente llorando y gritando pidiendo ayuda”, dijo Chaudhry Shujaat, quien había subido al tren unas pocas horas antes con su esposa y sus dos hijos. “Creí que moriríamos. El siguiente vagón estaba en llamas. Nos sentimos muy impotentes”.
El incendio comenzó al estallar un hornillo de gas cuando algunos pasajeros se preparaban el desayuno, indicó el subcomisario Jamil Ahmed. La cifra de muertos había ido subiendo desde la madrugada, indicó,
Once de los 43 heridos seguían graves, informó Kaleem Ullah, miembro de los servicios de emergencia del distrito.
Situación dramática
Varias personas saltaron del tren en marcha para escapar de las llamas y muchas de ellas murieron, contó Ahmed. El convoy terminó frenando en seco.
Los supervivientes relataron haber tirado de los frenos de emergencia que estaban en distintas partes del convoy para alertar al conductor, pero informaron de que siguió a la misma velocidad y que pasaron 20 minutos para que el tren se detuviera en un punto de su ruta la provincia de Punyab, en el este de Pakistán.
Ghulam Abbas, un pasajero que había subido con su esposa y sus dos hijos en la localidad de Nawabshah, en la vecina provincia de Sindh, recordó haber visto a pasajeros aterrados saltar de su vagón.
“Después supimos que la mayoría de ellos había muerto”, expresó.
Su esposa, Sulai Khan Bibi, admitió haber estado aterrorizada pensando en qué ocurriría a sus dos hijos pequeños. “Estuvimos tan cerca de morir, pero Alá nos salvó”, dijo abrazando a sus hijos.
Los pasajeros pobres suelen llevar sus pequeñas cocinas de gas para preparar comida en los trenes, pese a las normas que lo prohíben, recordó el ministro de Ferrocarriles, Sheikh Rashid Ahmed. Las normas de seguridad suelen ignorarse en los convoyes abarrotados.
Gente de los pueblos cercanos corrió hasta el tren con cubos de agua y palas para ayudar a sofocar las llamas, “pero fue imposible”, señaló el subcomisario Ahmed.
Búsqueda de vida
Socorristas e inspectores hurgaban por la mañana entre los restos calcinados del tren, buscando supervivientes y ayudando a los heridos. La televisión pakistaní mostró imágenes del enorme incendio en el que se veía a los bomberos tratando de controlar las llamas.
Massive fire caused by cooking gas stove erupts on train traveling in Pakistan, killing at least 65 passengers, officials say. https://t.co/X8tXhvXM5q pic.twitter.com/NPXjLG3PVg
— ABC News (@ABC) October 31, 2019
Las autoridades señalaron que aún estaban intentando identificar a las víctimas y que la lista de muertos y heridos aún no estaba terminada. Se envió otro tren para llevar a los supervivientes a la ciudad de Rawalpindi.
El convoy, que viajaba de la ciudad portuaria de Karachi, en el sur del mar Arábigo, a Rawalpindi, ubicada a unos 10 kilómetros de la capital, llevaba 857 pasajeros. La mayoría de los muertos eran miembros de Tableeqi-e-Jamaat, una organización de misioneros islámicos. Se cree que el incendio se desató en su compartimiento.
Los accidentes en los ferrocarriles son habituales en Pakistán, a menudo debido al mal estado de la infraestructura y la negligencia de las autoridades.