Brasil. Al menos 11 personas murieron la noche del jueves en el incendio de un hospital de Río de Janeiro, en una nueva tragedia que golpea el corazón de la Ciudad Maravillosa.
El siniestro, provocado al parecer por un cortocircuito, se declaró al anochecer del jueves, y un centenar de pacientes fueron evacuados y trasladados a otros centros médicos en medio de escenas de caos.
El instituto forense de Río de Janeiro (IML) informó el viernes de que la mayoría de los 11 fallecidos en este centro médico privado son pacientes con edades entre 66 y 96 años, y murieron asfixiados por el humo. Muchos estaban en la unidad de terapia intensiva en el momento del incendio.
"La mayoría fue por asfixia y otras causas relaciones al accidente. Complicaciones de las dolencia que tenían, relacionados a los aparatos que las mantenían vivas y que dejaron de funcionar por el incendio", explicó a la prensa local Gabriela Graça, directora del IML.
El director del hospital, Fabio Santoro, indicó que al momento de la tragedia había 103 pacientes en el edificio, de los cuales “77 siguen internados” en otras dos instituciones médicas de la ciudad y 14 más “ya están en sus casas”. Otro paciente sigue desaparecido.
El Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro (CBMERJ) confirmó que "al menos 10 personas fallecieron", pero sin especificar si eran pacientes o trabajadores del hospital Badim del barrio Tijuca, en la zona norte de la ciudad.
El hospital indicó en un comunicado que 103 pacientes estaban en el edificio cuando ocurrió la tragedia y que "más de 100 médicos fueron movilizados para brindar socorro a las víctimas".
“Cerca de 90 pacientes tuvieron que ser transferidos a otras unidades médicas”, agregó el CBMERJ.
Decenas de familiares acudieron esta mañana al hospital, donde las llamas pudieron ser controladas después de casi tres horas de incendio y caos. Recién en la madrugada del viernes los bomberos concluyeron las operaciones de rescate de cuerpos de entre los escombros.
Informaciones preliminares del hospital indicaron que el fuego se inició a raíz de “un cortocircuito en el generador” de uno de los edificios del complejo médico privado.
El comisario Roberto Ramos manifestó al canal Globo News que se recuperaron grabaciones con “imágenes de cámaras del circuito interno” para determinar el origen de la deflagración, mientras los investigadores esperaban que se cortara el sistema eléctrico para llegar al generador, en cuya área hay agua.
Las llamas fueron controladas después de las 20 horas locales (5 p. m. hora de Costa Rica), con un parte inicial de una persona fallecida; los otros nueve cuerpos fueron hallados por los bomberos durante las operaciones de rescate que concluyeron en la madrugada del viernes.
Evacuación y caos
Durante varias horas el caos se apoderó del lugar. Una densa columna de humo negro se alzó por un costado de uno de los edificios, en tanto que enfermeras, médicos y voluntarios corrían para sacar del lugar a los pacientes.
Teresa Dias, de 58 años, estaba en el tercer piso de uno de los edificios nuevos del hospital, donde su padre estaba internado. "El médico llegó pidiendo que evacuáramos lo más rápido posible porque había un incendio", relató a la AFP.
“Pusieron a mi padre en una silla, lo ataron para evitar el riesgo de que se cayera y varios hombres lo bajaron por las escaleras”, al igual que “a muchos pacientes”, contó.
"Fue muy rápida la atención" para evacuar, agregó, precisando que solo vio "mucho humo" cuando llegó a la calle, donde colchones y camillas fueron colocados sobre el asfalto.
Las ambulancias se abrían paso entre el personal médico y la multitud de curiosos para trasladar a los pacientes a otros centros hospitalarios.
“El vidrio que caía parecía un disparo; pensé que era un asalto. Y cuando escuché a todo el mundo gritar, bajé para ver lo que estaba ocurriendo. Vi mucho humo y escuché gritos fuertes. Los bomberos llegaron rapidito”, afirmó Terezinha Machado, una vecina de 76 años.
Según los bomberos, el hospital tenía los certificados de seguridad expedidos por el propio cuerpo.
¿Acto de sabotaje?
Durante una visita al hospital este viernes, el alcalde de Río, Marcelo Crivella, confirmó que el Badim “tenía todos los equipos” necesarios y que las “investigaciones determinarán se hubo o no responsables”.
“Es necesario ver si no hubo sabotajes, es una cosa que tiene que ser investigada. ¿Un motor que genera energía se incendia? El fuego viene de la imprudencia de alguien que enciende llamas en un lugar que después no consigue controlar, o de algún cortocircuito eléctrico”, afirmó Crivella, citado por el diario Extra.
La dirección del hospital Badim señaló que “los familiares de los pacientes y trabajadores involucrados” en el incendio “recibieron atención del comité de apoyo del hospital, inclusive de una asistente social”.
Este es el tercer incendio de proporciones en la Cidade Maravilhosa en el último año.
El 8 de febrero, el centro de entrenamiento del Flamengo, a unos 50 kilómetros del centro de Río, se incendió a causa de un corto circuito, causando la muerte a 10 adolescentes.
En setiembre del 2018, el Museo Nacional de Río de Janeiro, el mayor museo de historia natural de América Latina, fue arrasado por las llamas, destruyendo colecciones inestimables de paleontología.