Kabul
Las abundantes nevadas registradas desde el jueves en Afganistán ya han provocado decenas de muertos, pero el balance podría incrementarse tras las constataciones de los equipos de auxilio enviados a las aldeas más apartadas, anunciaron funcionarios este domingo.
El ministerio de Catástrofes naturales tenía censados "54 muertos y 52 heridos a causa de las avalanchas o el intenso frío en 22 provincias" sobre las 34 con que cuenta el país, declaró a la AFP uno de sus portavoces, Mohamad Omar Mohamadi.
En el vecino Pakistán también los problemas climáticos afectaron algunas regiones, con un balance oficial de 13 muertos en al menos dos avalanchas ocurridas cerca de la frontera con Afganistán.
El gobierno afgano decretó día feriado para los servicios públicos y las escuelas.
Además, la nieve ha devastado al menos "168 casas", precisó el ministerio mencionado, y centenares de cabezas de ganado fueron arrastradas por las avalanchas, casi 600 solo en el Badajshán (noreste), dijo un responsable local.
Esta provincia de alta montaña, fronteriza con Tayikistán, ha sido de lejos la más afectada.
"Según nuestras informaciones, 18 personas han perecido en avalanchas en Badajshán y otras decenas, que intentamos auxiliar, continúan aisladas a causa de las nevadas caídas sobre las carreteras", agregó el portavoz.
La oficina del gobernador de Badajshán mencionó 20 muertos en tres días en esta provincia, que se expande por las laderas del macizo del Hindú Kush, cuyas cimas más altas alcanzan casi los 8.000 m.
Un fenómeno excepcional, la nieve hizo su aparición también en la provincia meridional de Kandahar.
Inclusive, la capital Kabul despertó este domingo con un manto blanco de 30 a 40 cm de espesor, inédito en al menos 5 años, pero no hubo que lamentar víctimas mortales.
A pesar de los miles de millones de dólares vertidos sobre este país desde 2001 y de la intervención estadounidense para expulsar a los talibanes, Afganistán continúa siendo una de las naciones más empobrecidas del mundo.
En 2015, clasificaba en el puesto 169º a nivel mundial por su Índice de Desarrollo Humano, un ránking que establece el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por detrás de Haití.