Nueva Orleans.
El plan del presidente Barack Obama para proteger de la deportación a unos 5 millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso ha sufrido otro revés en la Corte.
En una decisión de 2-1, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans respaldó un mandato de un juez de Texas que bloquea la iniciativa migratoria del gobierno de Obama.
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Los republicanos habían criticado el plan como una extralimitación de los poderes del ejecutivo cuando el mandatario lo anunció en noviembre pasado. Veintiséis estados desafiaron el plan ante la Corte.
El gobierno argumentó que la orden ejecutiva no era una extralimitación del poder del presidente para decidir diferir la deportación de ciertos grupos de inmigrantes.
La iniciativa incluyó la expansión de un programa llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, el cual protege a los inmigrantes jóvenes de la deportación si es que fueron traídos a Estados Unidos sin permiso cuando eran niños.
Obama había anunciado el pasado 20 de noviembre un conjunto de decretos que permitían a inmigrantes ilegales cuyos hijos ya regularizaron su situación en Estados Unidos beneficiarse de la misma legislación, una medida que sacaría de la ilegalidad a unos cuatro millones de personas.
El objetivo fundamental de los decretos firmados por Obama era tratar de contener la deportación masiva de inmigrantes ilegales, incluso de personas cuyos hijos ya pasaron a tener su situación resuelta.
Sin embargo, en enero los gobernadores de 26 estados cuestionaron ante la justicia la constitucionalidad de las medidas, por considerar que el presidente Obama carecía de la autoridad para actuar por tratarse de una cuestión bajo análisis del Congreso.
Desde entonces Obama ha defendido la legalidad de las medidas y que los decretos de alivio migratorio están dentro de los límites de la autoridad presidencial.
En una nota oficial, el fiscal general de Texas, Ken Paxton (quien presentó la demanda inicial contra las medidas), saludó la decisión del tribunal de apelaciones de Nueva Orleans, por considerar que Obama "agresivamente ignoró los límites constitucionales de su poder ejecutivo".
Por su parte, el senador demócrata Bob Menéndez expresó que "si bien el fallo de hoy puede ser decepcionante para los millones que siguen atrapados en las sombras, de ninguna manera es una sorpresa".
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De acuerdo con Menéndez, "el camino está finalmente libre para que la Corte Suprema de Justicia confirme la legalidad" de los programas de regularización de inmigrantes y de sus familiares.
Con la confirmación del fallo de primera instancia por el tribunal de apelaciones, la administración estadounidense tiene ahora a la Corte Suprema como próximo paso, pero con esa alternativa difícilmente será adoptada una decisión antes de que Obama deje la Casa Blanca a su sucesor el 20 de enero de 2017.
A inicios de octubre, al hablar en Washington ante el Caucus Hispano estadounidense, Obama había admitido que las medidas de alivio migratorio estaban demorando mucho más de lo esperado, pero adelantó que su administración no cesaría en el empeño.
Según el presidente, el paquete de medidas anunciado el año pasado ayudaría "a millones de madres y padres a permanecer en Estados Unidos con sus familias. Y aunque nos está tomando más de lo que esperábamos, sé que estamos del lado correcto de la ley".
En ese contexto, Obama prometió que dedicará "cada día" que le resta en la Casa Blanca" a insistir en la necesidad de llevar adelante la reforma migratoria y "para restaurar este sueño".