Túnez. EFE. Túnez se mantiene a la cabeza en la lista de los países del mundo en cuanto a la cifra de ciudadanos que se suman anualmente a la yihad global, especialmente en Siria, Libia e Irak, según un informe elaborado por la academia militar de West Point , EE. UU. y publicado el jueves por la prensa local.
Con una población que raya los 11 millones de habitantes y una cifra aproximada de entre 5.000 y 7.000 ciudadanos incorporados a organizaciones radicales islámicas armadas, “Túnez es el principal exportador de yihadistas en relación con su número de habitantes”, aseguró el estudio.
La investigación analizó detalles como nacionalidad, situación familiar, compromiso religioso, nivel educativo y experiencia laboral de las personas que abrazan el yihadismo y concluyó que “una gran parte de los combatientes que se han sumado a las organizaciones terroristas son tunecinos que están mayormente en el seno del EI ( Estado Islámico )”.
Un miembro de los servicios secretos tunecinos confirmó las cifras y apuntó a que se trata de un problema creciente, no solo por la crisis socioeconómica del país, sino también por la escasez de recursos estatales para la lucha contra el terrorismo.
“Ante tanta presión, lo que ocurre ahora es que nos tenemos que ocupar nosotros, cada uno por su cuenta, de proteger nuestra propia seguridad, nuestra casa y nuestras familias. El Estado está desbordado y no puede hacer nada más”, dijo.
El agente, quien prefirió no ser identificado, insistió, además, en que no se trata de un problema actual, sino que está arraigado en Túnez y en la sociedad tunecina desde mucho antes de la caída, en el 2011, de la dictadura de Ben Alí.
“Esta situación de presión va a durar bastante tiempo, quizás años, por lo que, a nivel psicológico, toda esta tensión causa muchos problemas que van desde no poder dormir hasta la incomunicación social”, afirmó.
“Sabemos que los terroristas están por todos lados, se mueven como peces en el agua”, reconoció el funcionario.
A esta coyuntura, agregó, se une la “grave crisis económica que ha encarecido la vida a niveles nunca vistos antes, la falta de inversiones nacionales e internacionales, la pésima situación del turismo”.
El informe coincidió el jueves con unas palabras del ministro tunecino de Interior, Hedi Madjoub, quien admitió que el yihadismo es un problema creciente en el país, pese a los recientes éxitos policiales.
En declaraciones a la prensa local, aceptó que la presión de los radicales ha aumentado en las últimas semanas, con amenazas tanto directas como indirectas a las fuerzas de seguridad.