Londres. Barcos iraníes intentaron el miércoles por la noche “impedir el paso” de un petrolero británico en el estrecho de Ormuz, afirmó este jueves un vocero del gobierno en Londres, unos días después de que Reino Unido interceptó un buque cisterna iraní en Gibraltar.
“En contra de la ley internacional, tres barcos iraníes intentaron impedir el paso de un barco comercial, el British Heritage, a través del estrecho de Ormuz”, afirmó el gobierno británico en comunicado.
Explicó además que la Royal Navy tuvo que intervenir desplegando una fragata para acudir en ayuda de este navío propiedad de BP Shipping, filial de transporte petrolero del gigante British Petroleum (BP).
“El HMS Montrose se vio forzado a posicionarse entre los barcos iraníes y el British Heritage y a emitir una advertencia verbal a los barcos iraníes, que dieron la vuelta”, añadió. “Estamos preocupados por esta acción y continuaremos pidiendo a las autoridades iraníes que calmen la situación en la región”, continuó.
LEA MÁS: Estados Unidos planea coalición internacional para escoltar buques en golfo Pérsico
Negándose a comentar lo ocurrido, BP dio las gracias a la Royal Navy “por su apoyo”. “Nuestra prioridad absoluta es la seguridad de nuestras tripulaciones y de nuestros buques”, destacó el grupo petrolero británico.
Los Guardianes de la Revolución iraníes negaron haber bloqueado a este petrolero.
“No ha habido confrontación en las últimas 24 horas con ningún buque extranjero, incluidos los británicos”, escribieron en un comunicado publicado por su agencia de prensa Sepah News.
LEA MÁS: Irán pide ‘liberación inmediata’ del petrolero interceptado en Gibraltar
Sin embargo, posteriormente lanzaron una advertencia a Estados Unidos y al Reino Unido al afirmar que “lamentarían mucho” la detención por parte de la marina británica de un petrolero de la República Islámica, la semana pasada, frente a las costas de Gibraltar.
Este incidente se produjo después de que el presidente iraní, Hasán Rohaní, amenazó el miércoles a Londres con “consecuencias” tras la interceptación del buque en Gibraltar.
El Grace 1 había sido capturado frente a las costas de ese territorio británico, situado en el extremo sur de la península Ibérica, tras una operación que Irán tildó de acto de “piratería” en alta mar.
“Les recuerdo a los británicos: ustedes han iniciado esta inseguridad y se darán cuenta de las consecuencias más tarde”, declaró el miércoles durante un consejo de ministros.
Tensión en el estrecho
La tensión alrededor del estrecho de Ormuz, por el cual transita casi un tercio del crudo mundial enviado por vía marítima, alcanzó su máximo nivel en las últimas semanas con una espiral de sucesos, como los ataques de origen desconocido contra petroleros y el derribo de un dron estadounidense por parte de Irán.
Teherán, a quien Washington acusa de provocar sabotajes contra cargueros, desmintió cualquier responsabilidad.
LEA MÁS: Gibraltar detiene petrolero iraní sospechoso de llevar producto para Siria
En este clima de extrema tensión entre ambos países, Estados Unidos expresó su deseo de formar una "coalición" marítima internacional que garantice la libertad de navegación en el Golfo.
"Creo que probablemente durante las dos o tres próximas semanas determinaremos cuáles son los países que tienen la voluntad política de respaldar esta iniciativa, y después trabajaremos directamente con los militares para identificar las capacidades específicas que sostendrán este proyecto", explicó el martes el general Joseph Dunford, jefe del estado mayor de los ejércitos estadounidense.
Rusia acusó el jueves a Estados Unidos de intentar a propósito acentuar las tensiones en la región del Golfo, donde Moscú dice temer una “confrontación directa”.
"Washington ha hecho todo lo posible para que esta crisis, esta agravación, persista", afirmó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, citado por la agencia de noticias estatal Ria Novosti.
Estados Unidos se retiró del acuerdo internacional firmado en el 2015 sobre el programa nuclear iraní, acusando a Teherán de desestabilizar la región, y volvió a imponer duras sanciones contra Irán, especialmente contra sus exportaciones de petróleo, a la vez que afirmó que no deseaba la guerra con la República Islámica.