Beirut. El presidente libanés, Michel Aun, subió el tono este miércoles contra Arabia Saudí, a la que acusó de retener al primer ministro, Saad Hariri, mientras que Francia presiona a favor del regreso del dirigente dimisionario a su país.
Hariri no ha vuelto a Líbano desde que anunció su dimisión desde Riad, el 4 de noviembre, tomando por sorpresa a su país y a la comunidad internacional.
Hay muchas especulaciones en torno a su libertad de movimiento, a pesar de que el mandatario asegura ser “libre” y estar dispuesto a regresar.
“No hay nada que justifique que el señor Hariri no haya regresado después de 12 días. Consideramos, por lo tanto, que está cautivo y detenido, lo que va en contra de la Convención de Viena” que rige las relaciones diplomáticas entre países, señaló un tuit con una declaración del presidente Aun.
سررت بإعلان الرئيس الحريري عن قرب عودته الى لبنان، وعندها سنطّلع منه على كافة الظروف والمواضيع والهواجس التي تحتاج الى معالجة.
— General Michel Aoun (@General_Aoun) November 13, 2017
“No aceptaremos que siga rehén y que no conozcamos las razones de su detención”, añadió Aun, quien aseguró que no había podido contactar a Hariri “por ningún medio”.
Hay rumores de que Hariri, ciudadano de Arabia Saudí y quien creció en el reino, fue detenido junto a decenas de personas en lo que Riad considera una campaña anticorrupción.
Saad Hariri, un protegido de Riad, justificó su dimisión por el “control” que ejercen en su país Irán y Hezbolá, y en una entrevista concedida el domingo dijo que era “libre”.
“Quiero repetir y asegurar que estoy muy, muy bien”, tuiteó este miércoles Hariri, en una aparente respuesta a las declaraciones de Aun. “Si Dios quiere regresaré a mi querido Líbano como les prometí. Ya lo verán”, añadió.
يا جماعة انا بألف خير وان شاء الله انا راجع هل يومين خلينا نروق ، وعيلتي قاعدة ببلدها المملكة العربية السعودية مملكة الخير .
— Saad Hariri (@saadhariri) November 14, 2017
Gestión de Francia
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, tiene previsto viajar a partir de este miércoles a Arabia Saudí, donde se reunirá con Hariri y con el príncipe hereder, Mohamed bin Salmán.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, indicó este miércolespor medio de un portavoz gubernamental que deseaba que Hariri pueda “reafirmar, confirmar, a Líbano, su voluntad de dimitir, si esa es su elección”.
Ante esta prolongada ausencia, el jefe de Estado libanés alzó el tono contra Riad.
“No se trata de una dimisión, sino de una agresión contra Líbano, su independencia y su dignidad”, insistió.
LEA MÁS: La Unión Europea alerta contra una 'interferencia extranjera' en Líbano
El presidente libanés fue elegido en el 2016 gracias al apoyo masivo del Hezbolá chiita, rival de Hariri. El movimiento formó gobierno con sus adversarios tras alcanzar un compromiso.
Aun, de 82 años, aún no aceptó formalmente la renuncia de Hariri e indicó que no lo hará hasta que no lo vea en persona.
“No podemos tomar una decisión respecto a una dimisión presentada en el extranjero”, repitió este miércoles Aun. “Que regrese a Líbano, ya sea para presentar su dimisión, para retractarse de su decisión o para discutir sobre sus motivos”.
El misterio en torno al destino de Hariri cada día se intensifica más, ya que en su entrevista del domingo aseguró que “volverá pronto” a su país, algo que Aun celebró.
Su dimisión se vio muy pronto como un nuevo pulso entre Arabia Saudí, de confesión sunita, e Irán, chiita.
El jefe del Gobierno libanés ha denunciado en varias ocasiones las injerencias de Irán y de Hezbolá en los conflictos que azotan Oriente Medio, especialmente en la vecina Siria y en Yemen.
Pero su dimisión desde el reino saudí y el hecho de que esta coincidiera con la purga de príncipes y empresarios en ese país alimentó las especulaciones.
El martes, París “reiteró su deseo de que Saad Hariri pueda regresar a Líbano”, como anunció.“Como no se sabe cuándo piensa salir Hariri del territorio saudí” y regresar a Líbano, la hora del encuentro con el ministro francés Le Drian “puede cambiar”, advirtió París en una muestra de la confusión actual.