Manila. AP. El papa Francisco dijo ayer que en su viaje a Filipinas, la nación católica más grande de Asia , se concentrará en la pobreza y en la injusticia, temas que tendrán gran repercusión en un país donde casi la cuarta parte de los 100 millones de habitantes son pobres.
Las campanas de las iglesias repicaron en toda Filipinas y cientos de niños bailaron y ondearon pequeñas banderas vaticanas y filipinas cuando el Pontífice salió del avión, recibido por simpatizantes liderados por el presidente, Benigno Aquino III.
Una ráfaga de viento le voló el solideo papal segundos después de su llegada y Francisco intentó sujetarlo en vano, sonrió y luego bajó las escaleras del jet.
El Pontífice reveló sus prioridades para el segundo tramo de su gira asiática en declaraciones a la prensa durante el vuelo de Sri Lanka a Manila .
En su visita a Filipinas, dijo que “el meollo del mensaje serán los pobres, los pobres que quieren avanzar, los pobres que sufrieron el tifón Haiyan y siguen sufriendo las consecuencias”.
Además, afirmó que pensaba también “en los pobres que enfrentan tantas injusticias, sociales, espirituales, existenciales”.
“Pienso en ellos”, declaró en alusión a un almuerzo que tuvo en el Vaticano con trabajadores filipinos que dejaron sus familias en busca de trabajo.
Bienvenida. Jóvenes filipinos vestidos con camisetas blancas iguales le dieron una calurosa bienvenida a ritmo de hip-hop que se robó la atención hasta de las azafatas del avión.
En la terminal, un niño y una niña le entregaron flores.
Francisco subió después a su papamóvil blanco descapotable y comenzó el trayecto de 11 kilómetros hasta la Nunciatura Apostólica de Manila, donde se aloja.
Decenas de miles de personas lo llamaron por su nombre y tomaron fotografías desde detrás de una valla de cemento, custodiada por policías, durante todo el trayecto que se retransmitió en directo en la televisión nacional.
El Gobierno declaró feriados los días que dure su visita, que será hasta el lunes. El Pontífice estará en la capital, Manila, y el sábado volará a la provincia oriental de Leyte, donde tiene previsto reunirse con sobrevivientes del tifón Haiyan que cobró la vida de miles de personas en el 2013.
El cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, dijo que esperaba que la visita de Francisco, el primer latinoamericano que dirige la Iglesia católica con 1.200 millones de fieles, sea inspiradora espiritualmente y promueva la compasión en un momento en que el país sigue recuperándose de catástrofes.