Jerusalén AFP,EFE Enfrentamientos opusieron ayer a palestinos y policías israelíes en el barrio de Al-Tur, en Jerusalén Este, anexado y ocupado por Israel, y causaron al menos un herido entre los manifestantes.
“Manifestantes lanzaron piedras y petardos contra las fuerzas de policía, que utilizaron medios antidisturbios para dispersarlos”, indicó la portavoz de la policía, Louba Samri.
“Al parecer hay un palestino herido”, agregó.
Choques entre palestinos y policías israelíes afectaron durante semanas a Jerusalén, extendiéndose a Cisjordania y ciudades árabe-israelíes, pero la tensión bajó en los últimos días luego de una visita del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a Amán.
La gran oración del viernes se llevó a cabo esta semana sin incidentes. Por primera vez, desde hace tiempo, Israel dejó a decenas de miles de musulmanes acceder sin restricciones a la Explanada de las Mezquitas, conocido por los judíos como Monte del Templo.
Peligro latente. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, advirtió del peligro que supondría que el actual conflicto político entre palestinos e israelíes derive en una confrontación religiosa .
En una reunión en Ramalá con el presidente palestino, Mahmud Abas, el jefe de la diplomacia germana pidió, asimismo, a ambas partes que no agiten el conflicto en torno a Jerusalén y a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del Islam y donde el Judaísmo sitúa el emplazamiento de los templos de Salomón y Herodes, destruidos por los asirios y los romanos, respectivamente.
“Lo que no debe ocurrir es que un conflicto político se convierta en un conflicto religioso”, afirmó Steinmeier, quien ayer visitó Jerusalén y hoy domingo tiene previsto reunirse con las autoridades israelíes.
“Esperemos que la visita del ministro sirva para conseguir que los israelíes atemperen sus políticas”, dijo, por su parte, el ministro de Exteriores palestino, Riad al Malki.