Managua. La principal alianza opositora de Nicaragua suspendió la marcha convocada para el domingo, tras la “arbitraria” decisión de la Policía de negarles el permiso de movilización, y rechazó ser parte de una conspiración golpista contra el gobierno de Daniel Ortega solo por ejercer su derecho a la protesta.
“Hemos decidido comunicarle a la ciudadanía que se posterga por el momento la convocatoria para dicha marcha a fin de salvaguardar la seguridad” de los manifestantes, anunció la Unidad Nacional Azul y Blanco en un comunicado.
Los opositores tomaron la medida por “la resolución que arbitrariamente” dictó la Policía el viernes de no autorizar la protesta con el argumento “absolutamente falso de que la marcha” tenía el “propósito de promover actos vandálicos y de terrorismo”, dijeron.
Rechazaron además que necesiten personalidad jurídica para manifestarse, como arguyó la Policía, ni que estén “involucrados en un fallido intento de golpe de Estado”, como sostiene el gobierno.
Uno de los dirigentes de la alianza opositora, José Pallais, dijo a la AFP que “el gobierno ha cerrado todos los espacios públicos y democráticos” al criminalizar las protestas, prohibir las manifestaciones, perseguir y detener a las voces disidentes.
Pero “no nos han doblegado, el descontento de la población más bien se ha incrementado”, afirmó Pallais, quien adelantó que buscarán formas creativas de protesta.
Las manifestaciones contra el gobierno se iniciaron el 18 de abril contra una fallida reforma al seguro social, que luego se convirtió en una demanda de salida del mandatario por la fuerte represión contra los manifestantes.
La violencia gubernamental dejó al menos 325 muertos, según grupos humanitarios, y 198 víctimas fatales, de acuerdo con cifras de la Policía.
La marcha del domingo tenía como fin demandar la excarcelación de 600 manifestantes presos “políticos” y pronunciarse contra la violencia de género, pero la Policía advirtió de que no autorizará manifestaciones a los opositores golpistas.
“La leyenda de que existió una conspiración para llevar a cabo un golpe de Estado” durante las protestas contra el gobierno “fue totalmente desvirtuada por el informe de la Misión de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)”, publicado en agosto, indicó la alianza.
El informe concluyó “que no existía ningún indicio de que existiera conspiración para llevar a cabo un golpe de Estado” en Nicaragua, subrayó la Unidad Azul y Blanco, que reúne a estudiantes, empresarios y grupos civiles.
Tras el informe, el gobierno ordenó la salida del país de la misión de OACNUDH, que actualmente monitorea la situación desde Panamá.