Caracas AFP El presidente Nicolás Maduro presentó ayer a la Asamblea Nacional un pedido de “superpoderes”’ –contemplados en la Constitución– para poder combatir la corrupción y una supuesta “guerra económica”, aunque la oposición dice que se trata de una “cacería de brujas”.
La Asamblea recibió al mandatario, sin estar claro cómo el oficialismo conseguirá el voto que le falta para llegar a 99 diputados (tres quintas partes del parlamento) que exige la Constitución para aprobar la denominada “Ley Habilitante”.
De ser aprobada, le permitiría constitucionalmente al Ejecutivo emitir “decretos con rango y valor de ley” sin ser discutidos en la Asamblea.
Esta solicitud se presentó a dos meses de las elecciones municipales en Venezuela, consideradas un plebiscito sobre la gestión actual del mandatario.
La ley habilitante ha sido solicitada por todos los presidentes venezolanos desde la década de los 70. Hugo Chávez, fallecido el 5 de marzo, emitió más de 200 leyes con habilitantes en 2000, 2001, 2008 y 2010.
“La Habilitante será un instrumento para la ofensiva política y económica de la nueva etapa de la Revolución”, escribió Maduro al mediodía de ayer en Twitter.
A mediados de agosto, cuando anunció que haría la solicitud, Maduro enarboló el estandarte de la lucha contra la corrupción, pero a su discurso ha sumado la proclama de combatir lo que considera una “guerra económica” por parte del sector privado para promover revueltas sociales.
Desde que Maduro asumió el poder el 19 de abril, la crisis económica se ha agudizado: la inflación amenaza con romper récords al sumar este año 32,9%; una penuria de divisas causada por el férreo control cambiario y, una drástica escasez de alimentos y productos.