El Alto, Bolivia
Unas 20 mujeres conocidas como "cholitas del tránsito" han sido entrenadas para dirigir la circulación de autos y autobuses en El Alto, una empobrecida ciudad gemela de la capital, La Paz, en las montañas de Los Andes.
Esta ciudad en las montañas de Bolivia ha contratado a mujeres de etnia aymara que usan sus faldas tradicionales y chalecos brillantes para dirigir el tránsito de vehículos y poner orden en la caótica circulación.
Las mujeres visten las brillantes faldas y chales tradicionales de las mujeres indígenas de los Andes, conocidas en Bolivia como "cholitas". La única diferencia es que en lugar de usar sus tradicionales sombreros de hongo llevan gorras verdes de estilo militar. Algunas también portan chalecos fluorescentes.
Entre el pesado tráfico de El Alto y el incesante sonido de las bocinas de los autos, Sofia Colque, de 24 años, hace sonar su silbato con autoridad.
"Algunos conductores no nos obedecen y tratan de coquetear con nosotras, pero se equivocan. No es fácil, pero hacemos que nos respeten", afirmó Colque.
Poli Condori, conductor de un minibús, dijo que la contratación de las mujeres por parte del alcalde Edgar Patana puede ser un buen paso, pero tiene dudas acerca del éxito del experimento.
"Las cholitas alegran la vista, pero dudo que puedan poner orden en el tránsito. La gente sube a los autobuses donde quiere, los autos se detienen donde prefieren. Tenemos malos hábitos; esto es un caos", dijo.
Las oficiales indígenas de tránsito también educan a los peatones y ayudan a personas mayores a cruzar las calles, dijo José Luis Varagas, director del departamento de transporte de El Alto.
En años recientes las "cholitas" han roto ciertas barreras sociales y ya conducen programas de televisión, trabajan en oficinas, ocupan puestos públicos e incluso participan en concursos de belleza y desfiles de moda.