Duma, Siria. El régimen sirio reanudó este viernes los bombardeos sobre Guta Oriental, bastión rebelde cerca de Damasco, en una operación aérea que cumple cinco días con más de 220 muertos, dejando al descubierto la impotencia internacional frente a este conflicto.
Después de una pausa breve, los bombardeos volvieron a caer en varias localidades de la inmensa región de Guta Oriental, cerca de Damasco y donde se encuentran unos 4000.000 habitantes asediados en pésimas condiciones.
Desde el lunes, miles de familias se han refugiado en albergues improvisados, mientras que los médicos y los socorristas están desbordados por la afluencia de víctimas, con decenas de muertos y heridos a diario, entre ellos mujeres y niños.
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A pesar de la devastadora violencia, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no lograron el jueves alcanzar un acuerdo sobre una posible tregua humanitaria en el país, que reclaman las agencias del organismo, bloqueadas sin poder prestar ayuda de emergencia dada la crítica situación.
Este viernes, el presidente francés Emmanuel Macron, exhortó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a “hacer todo lo necesario” para que el régimen sirio ponga fin a “la degradación insostenible” de la situación humanitaria y expresó su preocupación ante el posible uso de cloro contra civiles, indicó un comunicado de la presidencia francesa.
En Duma y Hammuriye, los habitantes aprovecharon unas horas de calma para salir a la calle a limpiar los escombros delante de sus casas o negocios.
Otros intentaron salvar sus pertenencias entre la destrucción o abastaecerse de lo que puedan encontrar en los mercados locales.
Pero de pronto, desde los altoparlantes de las mezquitas empezaron a lanzar advertencias de los ataques: “Un avión en el cielo. Evacúen las calles”, pidieron. Poco después, los bombardeos se sentían en la localidad de Arbin, donde unos 20 civiles murieron el jueves.
Desde el lunes, 229 civiles, entre ellos 58 niños, murieron por las bombas del régimen contra Guta Oriental, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Otros cientos resultaron heridos.
Población indefensa y hambrienta
Según la ONG CARE International, los intensos ataques aéreos del régimen sirio en Guta Oriental impiden las operaciones de socorro de las organizaciones locales, que son vitales para sus habitantes.
“Nuestros socios tienen muchas dificultades para desplazarse en el terreno, ¿Cómo van a lograr acceder a las personas vulnerables?”, se preguntó Joelle Bassoul, responsable de comunicación de la ONG en Siria.
“Si no hay un cese del fuego, si no se escucha todo esto, no podemos imaginar la magnitud del desastre humanitario” que se acerca, advirtió.
Se supone que la región de Guta es parte de las cuatro zonas llamadas de ‘distensión’, establecidas el año pasado en un acuerdo entre los principales actores internacionales para reducir los combates y la violencia en el país.
Sin embargo, los bombardeos de los últimos días, calificados como los más violentos desde el inicio de la guerra por los habitantes de este enclave, obligaron a las organizaciones humanitarias a lanzar la señal de alarma.
Según la ONG Save the Children, más de 4.000 familias de Guta Oriental viven en sótanos y búnkers. “Los niños están hambrientos, bombardeados y atrapados”, advirtió.
El conflicto en Siria empezó a mediados de 2011 por la represión de manifestaciones a favor de la democracia, y se ha ido complicando progresivamente sobre un terreno cada vez más fragmentado, donde han muerto más de 340.000 personas.
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La multiplicación de los protagonistas, las divisiones internacionales y el ascenso de los yihadistas socavaron los esfuerzos para poner una solución al conflicto sirio.
Estados Unidos, hostil al régimen de Bashar Al Asad, y Rusia, aliado de Asad, han dejado en evidencia sus diferencias una vez más. Washington está favor de una tregua humanitaria, lo cual Moscú considera “irrealista”.
También chocan en otros frentes. La coalición internacional dirigida por Estados Unidos afirmó el jueves que mató a al menos 100 combatientes prorrégimen en el este de Siria, en respuesta a un ataque contra sus aliados en la lucha antiyihadista.
Moscú denunció estos ataques como “criminales”.