El chileno Insulza se declaró “profundamente contrario” a las intervenciones militares, como la que podría darse en Siria.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que existe un plan internacional, encabezado por Estados Unidos, para matarlo “en simultáneo” a un ataque contra Siria, luego de que su gobierno detuviera el lunes a dos sicarios colombianos que presuntamente querían asesinarlo.
El mandatario de Ecuador, el socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Rafael Correa, ratificó, por su lado, “la vocación pacifista” de su país y “el rechazo de cualquier injerencia, más aún militar, en el problema sirio”.
“Condenamos” una intervención militar extranjera en Siria, y no aceptamos el uso de agentes químicos que, según las informaciones, justamente vienen de grupos que desestabilizan la democracia, y a un gobierno”, manifestó, por su parte, el mandatario boliviano, Evo Morales.
Cuba estimó ayer que “una agresión provocaría gravísimas consecuencias para la ya convulsa región de Oriente Medio”.
Asimismo, dijo que “sería una violación flagrante a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional”.