Hong Kong. La jefa del gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, advirtió este viernes que las manifestaciones prodemocracia que sacuden desde hace dos meses la ciudad están provocando una tormenta económica en la ciudad, pero descartó hacer concesiones.
“En lo que se refiere a una solución política, no creo que tengamos que hacer concesiones para silenciar a los manifestantes violentos”, declaró en una conferencia de prensa convocada tras reunirse con líderes empresariales.
“Comparado con la desaceleración económica provocada por el SARS (Síndrome respiratorio agudo y grave) con el que lidiamos previamente, incluso con la crisis económica del 2018, la situación ahora es más severa”, advirtió.
“La desaceleración esta vez se ha producido muy rápido. Alguien la ha comparado con un tsunami”, añadió Lam, asegurando que “la recuperación económica llevará mucho tiempo”, agregó.
El sector privado y la industria del turismo han mostrado su preocupación ante el impacto económico de la crisis.
La compañía de transportes Cathay Pacific advirtió que estaban bajando las reservas, las agencias de viajes registraron caídas de hasta el 50% en las reservas de grupo, y la junta de turismo dio cuenta de una reducción del orden de dos dígitos en las llegadas de visitantes en la segunda mitad de julio.
Al mismo tiempo, centenares de manifestantes protagonizaban este viernes una concentración en el aeropuerto de Hong Kong para sensibilizar a los visitantes extranjeros sobre sus protestas, que empezaron hace dos meses y no tienen visos de acabar, con nuevas convocatorias previstas este fin de semana.
En su mayoría vestidos de negro, el color de este movimiento surgido el 9 de junio, los manifestantes se sentaron en el suelo en la zona de llegadas con pancartas en chino y en inglés en las que condenaban la violencia policial.
Este viernes se cumplen dos meses del inicio de las movilizaciones surgidas a raíz de una gran protesta contra un proyecto de ley de extradiciones, que acabó convirtiéndose en demandas de mayor justicia y democracia.
‘Realmente pacífica’
La megalópolis del sur de China vive su mayor crisis política desde que fue retrocedida por Londres a China en 1997. Las manifestaciones casi diarias degeneran cada vez más en enfrentamientos entre grupos radicales y la policía.
El controvertido proyecto de ley fue suspendido, pero los manifestantes continúan reclamando su retirada definitiva, así como la dimisión de Lam y la designación de un sucesor a través del sufragio universal, en lugar de los actuales nombramientos desde Pekín.
También exigen una investigación sobre la violencia policial y justicia ante los centenas de detenciones de las últimas semanas.
Con protestas como la del viernes en el aeropuerto, pretenden dar a conocer sus reivindicaciones más allá de Hong Kong, explicó uno de los concentrados, que se hace llamar Choi, ya que como muchos de sus compañeros no quiere revelar su nombre por temor a represalias.
"Cuando veo la protesta aquí, me parece realmente pacífica. No son agresivos en absoluto, siento que están tratando de mostrar su corazón. Muy genuino", aseguró el aeropuerto Mónica Yoon Hee Jung, recién llegada de Corea del Sur.
‘Destino a la libertad’
En las redes sociales, la acción en el aeropuerto era anunciada a través de falsas tarjetas de embarque en las que se podía leer: “Hong Kong, destino a la libertad” o “una calurosa acogida a los visitantes de Hong Kong”.
Los pasajeros se mostraron sorprendidos al ver a los manifestantes en la zona de llegadas del aeropuerto y algunos de ellos hicieron fotografías de esta inhabitual "marea negra".
Clara Boudehen, una visitante francesa, afirmó estar "muy impresionada" por la sentada. "Es muy importante ver a la población luchar por la democracia", aseguró a la AFP.
A diferencia del “Movimiento de los Paraguas”, una amplia movilización a favor de reformas democráticas que en el 2014 paralizó el centro de Hong Kong durante 79 días, el actual movimiento es mucho más diverso en sus acciones y ha organizado bloqueos en el metro, huelgas, e incluso un “espectáculo láser” el pasado miércoles por la noche.
Por su parte, Pekín reafirmó esta semana el apoyo a los dirigentes hongkoneses y acentuó sus amenazas a los manifestantes.