Ginebra
El riesgo de muertes masivas por hambruna está creciendo en partes del este de África, Yemen y Nigeria debido a una combinación de conflictos armados, sequía y falta de financiamiento de ayuda humanitaria para la asediada población, alertó el martes el Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur)
Unos 20 millones de personas, más de un quinto de ellos refugiados, viven en zonas afectadas por la sequía. La agencia elevó sus previsiones de personas desplazadas en Sudán del Sur y Somalia.
El portavoz Adrian Edwards mencionó una " combinación especialmente dañina " de factores en la zona, e hizo énfasis en la "crisis humanitaria más grande del mundo" en Yemen, los conflictos en Sudán del Sur y Somalia, y la situación de violencia e inestabilidad causada por el grupo extremista Boko Haram en Nigeria y la cuenca del lago de Chad.
La inseguridad alimentaria afecta a siete millones de personas en Nigeria, puntualizó Acnur.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) teme, además, que la situación sea peor que la de la hambruna del 2011, que dejó más de 260.000 muertos en el Cuerno de África, de los cuales más de la mitad eran niños menores de cinco años.
"Hay que evitar a cualquier precio que eso se repita", manifestó el portavoz del Acnur, quien lamentó que esta crisis humanitaria parezca volverse "inevitable" pese a que "se hubiera podido evitar".
Las razones de la crisis
La situación actual es el resultado de múltiples factores.
Somalia, Sudán del Sur, Yemen y Nigeria están afectados por una grave sequía y, además, son presa de la violencia o de conflictos armados. Naciones Unidas reclama a la comunidad internacional $4.400 millones para hacer frente a la hambruna que amenaza a estos países.
La ONU solo ha recibido, hasta ahora, el 21% de esta cantidad; es decir, $984 millones, indicó un portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
"Sin fondos para comprar alimentos, las raciones distribuidas se reducen", recalcó Acnur en un comunicado. En Yibuti, estas se redujeron ya en un 12%; en Tanzania y Ruanda entre un 20% y un 50%, y en Uganda hasta un 50%.
La situación humanitaria podría empeorar, y más aún teniendo en cuenta que los niños, los más frágiles, constituyen la mayoría de los refugiados, según la ONU.
En Sudán del Sur, por ejemplo, unas 100.000 personas tienen que hacer frente a la hambruna en la actualidad, pero alrededor de un millón de personas están al borde de esta, advirtió el Acnur.
En Yemen, azotado por la mayor crisis humanitaria del mundo, 17 millones de personas -el 60% de su población- pasa hambre.
Por otro lado, siete millones de personas están afectadas por la inseguridad alimentaria en Nigeria, donde la situación es especialmente negativa en el noreste del país, azotado por la insurrección yihadista de Boko Haram.
La situación también es "muy, muy desesperada" en Somalia, indicó David Hermann, coordinador del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en ese país.
"La respuesta debería darse ahora, porque si no ocurre ahora (...) la gente morirá de hambre", declaró a los periodistas.
Los problemas de acceso, principalmente en Yemen, pero también en algunas partes de Sudán del Sur, complican la tarea de los trabajadores humanitarios, explicó Jens Laerke. "Necesitamos tener acceso a las personas necesitadas" y "fondos para prevenir la hambruna", insistió.
"Es urgente responder a estas necesidades ahora", mientras que los desplazamientos no dejan de aumentar en la región, afirmó Adrian Edwards. Además, el Acnur está revisando sus cifras de desplazados en África, añadió.
En este sentido, la ONU espera que unas 180.000 personas procedentes de Sudán del Sur lleguen este año a Sudán, mientras que la estimación inicial era de 60.000.