Hamás mantiene rechazo a anexión israelí de Cisjordania, pero sin apostar por riesgos

Analistas destacan que las posibilidades del grupo político-militar son limitadas y un enfrentamiento con Israel expondría a la población a sufrir consecuencias

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ciudad de Gaza. El grupo Hamás ha advertido de que una anexión por Israel de zonas de Cisjordania ocupada equivaldría a una “declaración de guerra”, pero más allá de las palabras, el movimiento islamista armado quiere influir sin llegar al conflicto con el Estado hebreo.

Desde hace semanas, casi todos los días hay manifestaciones en la franja de Gaza, territorio palestino gobernado por Hamás desde el 2007, contra el proyecto estadounidense para Oriente Medio.

Este prevé la anexión por Israel de colonias y el valle del Jordán en Cisjordania, territorio palestino situado a medio centenar de kilómetros de Gaza y la creación de un Estado palestino en un territorio limitado y fragmentado.

El gobierno israelí debe pronunciarse a partir del 1.° de julio sobre la ejecución del plan estadounidense y Hamás, que ha librado tres guerras con Israel desde el 2008, trata de definir su estrategia ante la proximidad de la fecha.

El jueves, el portavoz del brazo militar del movimiento, Abu Obaida, advirtió de que la anexión equivaldría a “una declaración de guerra” contra el pueblo palestino y prometió “que el enemigo se arrepentiría”.

Pero, según los analistas, las alternativas de Hamás, en el poder en este enclave agotado por los conflictos, empobrecido y sobrepoblado, son limitadas.

“Las opciones de Hamas son complejas ya que toda respuesta a la anexión tendrá consecuencias en la franja de Gaza”, dijo Adnane Abu Amer, analista palestino.

Pese a una tregua reciente, Hamás e Israel siguen enfrentándose esporádicamente, con lanzamientos de cohetes o globos incendiarios desde Gaza y bombardeos selectivos del Ejército israelí.

“Es posible que las tensiones en la barrera (que separa Gaza de Israel) se reanuden, con el lanzamiento de artefactos incendiarios y explosivos”, dice Mukhaimar Abu Saada, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Al Azhar de Gaza.

El precio de una guerra

Pero excluye “la opción de actividades militares” ya que Hamas “no quiere que Gaza pague el precio”.

Hamas va “a esperar a ver qué pasa, organizar manifestaciones y no debería iniciar una confrontación con Israel”, agregó.

El movimiento islamista teme que un brote de violencia debilite las negociaciones directas sobre un intercambio de prisioneros con Israel, el primero en 10 años entre los dos enemigos, según Abu Saada.

Actualmente, el grupo islamista negocia con otras facciones del enclave para “coordinar la resistencia y reanudar las ‘marchas del regreso’”, expresó un responsable a la AFP, en referencia a las manifestaciones semanales organizadas desde marzo de 2018 a lo largo de la barrera fuertemente militarizada por Israel.

Los manifestantes reclamaban “el derecho al regreso” de los palestinos expulsados de sus tierras o que huyeron con la creación de Israel en 1948, así como la suspensión del bloqueo israelí, impuesto hace diez años a la franja de Gaza, para contener, según el Estado hebreo, a Hamás.

La participación en las manifestaciones se desinfló a finales del 2019 y las restricciones por la pandemia de covid-19 terminaron de agotar las protestas.

Hamás querría que los ataques contra Israel se concentren en Cisjordania, en caso de que el gobierno israelí siga adelante con su proyecto de anexión, indicó Abu Amer.

Pero para ello tendría que haber un diálogo entre Hamás y su rival, el Fatah del presidente Mahmud Abás, en el poder en Cisjordania.

Pero ambos están enfrentados desde que Hamás tomó el control de Gaza tras casi una guerra civil, un año después de haber ganado las elecciones legislativas. Desde entonces, todos los esfuerzos de reconciliación han fracasado.

A mediados de junio, un directivo de Hamás, Salah al Bardawil, instó a la “unión de la clase política” palestina, al estimar que “no hay sitio para el monopolio, la exclusión o la dominación en el seno del liderazgo palestino”.

Para el analista Abu Amer, la probabilidad de un acuerdo entre la Autoridad Palestina y Hamas es prácticamente "imposible debido a la falta de confianza".

“La Autoridad Palestina sigue persiguiendo y deteniendo a diario a militantes de Hamás en Cisjordania” por miedo a que reanude sus actividades y la eche, como hizo en Gaza”, explicó.