Buenos Aires AFP Argentina avanzó ayer con su plan de renacionalizar los servicios ferroviarios anunciado la víspera por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y rescindió sin indemnización todos los contratos con empresas privadas, según se publicó en el Boletín Oficial.
En su discurso de apertura de sesiones ante el Congreso, la jefa de Estado había anunciado el envío de un proyecto de ley para “recuperar la administración estatal” de los ferrocarriles, los cuales fueron privatizados en la década de los años 90 y cuya administración ha retomado en los últimos años.
Los gobiernos de Néstor Kirchner y su sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, desde el 2003, han devuelto al Estado los servicios de aguas, electricidad y gas, la empresa petrolera YPF y Aerolíneas Argentinas.
“El Estado ya no paga más a los privados. Tenemos motivos para rescindir el contrato. El Estado está en condiciones de ser más eficiente que los privados porque lo ha demostrado. No vamos a indemnizar absolutamente a nadie porque no corresponde”, afirmó este lunes el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, a radio La Red.
Randazo, precandidato por el oficialismo para las elecciones generales del 25 de octubre, ha hecho de la recuperación de los ferrocarriles un caballito de batalla en su campaña por la Presidencia.
La resolución de su ministerio indica que la empresa estatal asume la operación directa e integral de los servicios de transporte ferroviario de cuatro líneas que van de la capital federal hacia su vecina provincia de Buenos Aires. En total, esas cuatro líneas transportan alrededor de 22 millones de personas cada mes.
El sistema ferroviario argentino, nacionalizado por el expresidente Juan Perón en 1948, sufrió un fuerte proceso de desguace y privatización durante los años 90, bajo el gobierno del expresidente Carlos Menem (1989-1999) que redujo drásticamente los servicios con cierre de ramales en todo el país.