Srinagar, India. Las fuerzas de seguridad indias desplegadas en Cachemira se encontraban en alerta máxima el viernes, día de rezo musulmán, en medio de las tensiones provocadas por la supresión de la autonomía de esa región reivindicada por Pakistán.
“Tememos manifestaciones masivas y hemos tomado medidas en consecuencia”, declaró a la agencia india PTI un funcionario de seguridad en Srinagar, capital de verano del estado de Jammu y Cachemira.
Las autoridades sospechaban que podría producirse altercados tras la oración, debido al ambiente tenso que prevalece por la decisión de Nueva Deli –el lunes– de revocar la autonomía constitucional de la parte de Cachemira controlada por India, de mayoría musulmana.
No obstante, decidieron levantar el toque de queda para permitir a los fieles asistir a la mezquita para el rezo del viernes, declaró una autoridad policial.
La población está autorizada a acudir únicamente a las mezquitas “de su vecindario”, advirtió el director general de la Policía de Cachemira, Dilbag Singh.
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La gran mezquita Jama Masjid de Srinagar –escenario frecuente de manifestaciones separatistas que puede llegar a albergar 30.000 fieles– permaneció cerrada, indicaron habitantes.
La situación "es tensa", aseguró uno de ellas tras acercarse al templo. "Hay soldados por todas partes".
Decenas de miles de militares de refuerzo fueron enviados a la región para supervisar la puesta en marcha de la decisión del primer ministro Narendra Modi, criticado por Pakistán y ciertos dirigentes de la oposición india.
No obstante, antes incluso de la llegada de los refuerzos, había alrededor de medio millón de uniformados indios estacionados en Cachemira para combatir una rebelión que ya dura 30 años.
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Pese a esta impresionante presencia de las fuerzas de seguridad, se han producido algunas manifestaciones esporádicas en los últimos días en Srinagar y en la región de Ladakh, cerca del Tibet, que el gobierno indio acaba de decidir separar de su estado de Jammu y Cachemira.
En Islamabad, capital del vecino Pakistán, unas 3.000 personas participaron el viernes en medio de una fuerte presencia policial en una "marcha para salvar Cachemira", donde no se registraron incidentes.
“Cachemira será de Pakistán”, gritaban.
Diálogo en China
Muestra de la preocupación internacional generada por la decisión del gobierno indio, el ministro pakistaní de Relaciones Exteriores, Shah Mahmood Qureshi, viajó de urgencia a Pekín para entrevistarse con su homólogo chino, Wang Yi.
“Hoy, China ha mostrado de nuevo que es un amigo fiable de Pakistán”, ya que “apoyará totalmente a Pakistán” en su intención de llevar la decisión de Nueva Deli ante el Consejo de Seguridad de Naciones, declaró Qureshi desde Pekín, en un video enviado por el ministerio.
Pakistán condenó firmemente la revocación de la autonomía a Cachemira. Esta semana, expulsó al embajador indio y suspendió los acuerdos comerciales con el país vecino. No obstante, Islamabad ha descartado cualquier uso de la fuerza.
Por su parte, China, que también controla un sector de Cachemira, protestó esta semana por la reivindicación por parte de India de la zona que cree le corresponde, situada en el Himalaya.
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El ministro de Relaciones Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, viajará a Pekín el domingo para entrevistarse con Wang.
La región podría vivir nuevas manifestaciones el lunes, día en que empieza la gran fiesta musulmana de Aid al Adha (fiesta del sacrificio).
El jueves, Narendra Modi aseguró que la población “no tendría ningún impedimento” para festejar. Los medios de comunicación, no obstante, indicaron que las autoridades decidirán las restricciones del toque de queda el domingo.