Bagdad. AP. Dos explosiones consecutivas en un mercado al aire libre en Bagdad dejaron por lo menos 59 personas muertas, informaron autoridades iraquíes el domingo.
Las detonaciones ocurrieron horas después de que las fuerzas de seguridad repelieron un ataque de milicianos del grupo Estado Islámico en Abu Ghraib, un suburbio occidental de la capital, donde hubo 12 fallecidos.
Un funcionario de la Policía informó de que una bomba estalló, la tarde del domingo, en el mercado Mredi, en el barrio chií de Ciudad Sadr. Minutos después, un atacante suicida se inmoló en medio de la multitud que se había reunido en el lugar del primer atentado, añadió. Trascendió que al menos otras 100 personas fueron heridas.
El ataque fue el más mortífero de una serie de explosiones recientes ocurridas en zonas comerciales dentro y en las afueras de Bagdad.
En la localidad de Mahmoudiya, ubicada a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, tres compradores fallecieron y otros 10 resultaron heridos durante una explosión, indicó otro policía. Cuatro más perecieron en otra detonación en el barrio de Dora, ubicado en el sur de la capital, afirmó el agente.
El Estado Islámico se responsabilizó de los atentados en Ciudad Sadr. El grupo extremista controla zonas importantes en el norte y oeste de Irak y con frecuencia ataca a las fuerzas gubernamentales y civiles, especialmente chiitas.
El ataque comenzó de madrugada con tres atentados suicidas con autos bombas contra barracones de las fuerzas de seguridad, señalaron agentes de policía.
Luego de las explosiones se inició un tiroteo, señalaron. Al menos 12 miembros de fuerzas paramilitares y del Gobierno murieron, y 35 resultaron heridos. En los enfrentamientos se incendió un silo.
Una fuente médica confirmó las cifras de bajas. Todas las fuentes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a revelar información.
La situación está “bajo control” y se impuso un toque de queda en la zona, dijo el mayor general Saad Harbiya, comandante de operaciones militares en el oeste de Bagdad.
En Abu Ghraib, ubicado a unos 29 kilómetros del centro de Bagdad, se encontraba la prisión del mismo nombre donde tropas estadounidenses cometieron flagrantes abusos contra detenidos iraquíes tras la invasión del 2003.