Estudiante de origen belga acusada de ‘terrorismo’ en Nicaragua

Amaya Coppens es una de las principales líderes del Movimiento Estudiantil 9 de Mayo y se suma a más de 300 opositores presos sin orden judicial en la cárcel de El Chipote.

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Managua y Bruselas. La Policía de Nicaragua acusó este miércoles a dos dirigentes estudiantiles, entre ellos la universitaria de origen belga Amaya Coppens, de cometer “actos terroristas” y otros delitos durante las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.

Coppens, estudiante de Medicina, es señalada por la Policía de dirigir las barricadas de manifestantes e incendiar una instalación en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN, estatal) en las protestas en la ciudad occidental de León.

“Podemos observar imágenes cuando la terrorista Amaya Eva Coppens va dirigiendo los tranques (barricadas) en la ciudad de León”, dijo en rueda de prensa el segundo jefe de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía, comisionado mayor, Farle Roa Traña, mientras mostraba fotos.

Amaya Coppens fue “sacada a la fuerza la tarde del lunes de su casa en la ciudad de León por policías y paramilitares”, confirmó la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.

Coppens, de 23 años, es hija de un belga y una nicaragüense, y fue apresada el martes en su casa en León y traslada a la temida cárcel El Chipote, de Managua.

La joven fue presentada este miércoles por la Policía junto a otros cinco jóvenes detenidos por participar en las manifestaciones antigubernamentales.

Entre ellos se encontraba el dirigente estudiantil de la ciudad de Masaya, Yubrank Suazo, de 27 años, detenido el lunes en una redada policial.

Suazo es acusado por laPpolicía de terrorismo, asesinato, asaltos y otros ocho delitos.

"Los terroristas serán remitidos a las autoridades competentes para su enjuiciamiento", anunció Roa.

Al momento de su captura, la Policía dijo que confiscó a los jóvenes “tres escopetas calibre 12 y una pistola calibre 25”.

Coppens es la tercera líder estudiantil capturada de manera arbitraria en la última semana, señaló en la red Twitter el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La joven es una de las principales dirigentes del Movimiento Estudiantil 19 de Abril, surgido a raíz de las protestas que estallaron el 18 de abril contra el gobierno de Ortega.

Otro de los líderes detenidos es Edwin Carcache, quien el martes fue acusado ante los tribunales de justicia de terrorismo y fue visto en la audiencia judicial desorientado y diciendo incoherencias, según imágenes reproducidas por Canal 10 de Managua.

La crisis en Nicaragua, que ha dejado más de 320 muertos y 2.000 heridos según grupos humanitarios, comenzó el 18 de abril con manifestaciones contra un proyecto de reforma de la seguridad social, actualmente abandonado, y que se transformaron en un movimiento para exigir la marcha de Ortega.

Más de 300 opositores están presos sin orden judicial tras ser detenidos en los operativos contra los manifestantes, muchos de los cuales enfrentan causas criminales por "terrorismo" y otros delitos.

Familia preocupada

La familia de Amaya Coppens teme que la torturen, un caso que el Gobierno de Bélgica sigue “de cerca”.

"Tengo miedo. Sabemos de casos de torturas en las prisiones", dijo a la televisión pública RTBF Diego Coppens sobre su hermana, una estudiante de quinto año de Medicina de 23 años.

La madre de la universitaria, Tamara Zamora, había dicho que desconocía el paradero de su hija hasta que los oficiales de El Chipote le confirmaron su reclusión en ese centro.

La abogada del Cenidh que lleva el caso, Wendy Flores, dijo que la policía les informó que Coppens está detenida en la cárcel El Chipote, en Managua, considerada como un centro de torturas por los defensores de los derechos humanos.

Amaya fue “trasladada directamente a un centro de detención preventiva que se llama El Chipote, donde hay casos probados de tortura, de torturas especialmente atroces”, afirmó a la RTBF su padre, Frédéric Coppens.

"Temo por ella, pero al mismo tiempo no pierdo la esperanza, ya que me imagino las prisiones llenas de jóvenes, de gente, por lo que ella no está sola", agregó su hermano mayor.

Su hermano Diego explicó este miércoles a la radio belga La Première que "se detiene a mucha, mucha gente de manera ilegal" por "grupos civiles armados (...) cercanos al gobierno". "No es ni la primera ni la última detenida así", agregó.

Su padre, que vivió 30 años en el país antes de regresar recientemente a Bélgica, confesó este miércoles a la radio La Prémière que la había llamado horas antes de su detención el lunes “para convencerla de huir a Honduras”.

La familia teme que a la joven se la acuse de "terrorismo", ya que "hubo una reforma de una ley hecha a medida y cualquiera es acusado de terrorismo", agregó Frédéric Coppens.

El gobierno belga sigue "de cerca" su caso, a través del embajador belga en Panamá, competente para los países de la región, indicó este miércoles a la televisión pública francófona el canciller belga, Didier Reynders.

Reynders afirmó además que iban a contactar con Managua. “Si no [lo] logramos (...) en los próximos días, contactaré evidentemente con mi homólogo nicaragüense durante la Asamblea General de Naciones Unidas”, prevista en Nueva York a finales de mes, agregó.