Riosucio, Colombia. AFP. Las labores de búsqueda de 15 trabajadores atrapados en una mina artesanal de oro en el municipio de Riosucio, centro-oeste de Colombia, continuaban ayer en medio de un calor sofocante y de la esperanza de los familiares por encontrarlos con vida.
“El balance oficial es de 15 personas dentro de la mina”, confirmó Carlos Iván Márquez, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) , en el lugar para supervisar el trabajo de más de 80 socorristas y acompañar a las familias afectadas.
Márquez dijo que las operaciones podrían completarse el fin de semana, pero declinó comentar sobre la suerte de los obreros, quienes el miércoles quedaron varios metros bajo tierra al inundarse los socavones en los que trabajaban, ubicados en una zona verde y montañosa, a orillas del río Cauca.
“Estamos de corazón con familias de mineros en Riosucio”, tuiteó el presidente Juan Manuel Santos, quien ordenó intensificar las labores de asistencia y rescate en la mina El Túnel, situada en un territorio indígena, unos 100 km al noroeste de la ciudad de Manizales.
Con la fe puesta en el reencuentro, unas 150 personas, entre familiares y amigos de los mineros afectados, se hallaban en las inmediaciones del yacimiento, viendo los operativos e intentando colaborar con los socorristas.
Angustia y espera. “Es muy duro esto. Ya van más de 24 horas y no sabemos qué va a pasar. Si hoy (ayer) no me sacan a mi muchacho, me lo van a entregar en polvo”, comentó José Ariel Jagua, padre de Santiago Jagua Ramírez, de 21 años y operario de la mina desde hace varios meses.
“Yo, si pudiera, me metería a sacar a mi hijo. De corazón, lo haría”, aseguró este campesino vecino de la zona, quien no se había movido del sitio desde poco después del accidente, ocurrido la mañana del miércoles.
Los esfuerzos para atender la emergencia, declarada este jueves por el Gobierno como “calamidad pública” , se centraban en la extracción del agua de cuatro socavones, utilizando 12 motobombas, puntualizó la UNGRD, que en su último informe reportó la evacuación de unos 4,3 metros cúbicos de agua.
El derrumbe en la mina, que estaba “en proceso de legalización”, según la Agencia Nacional de Minería (ANM) , se habría producido tras una falla eléctrica, que dejó sin energía las bombas de agua que impedían que el río aledaño inundara la zona.
William Lozano, de la ANM, indicó que la tragedia sucedió en tres pozos verticales, artesanales, llamados “cúbicos”, de una profundidad aproximada de 28, 14,5 y 17 metros cada uno.
Las autoridades de Colombia anunciaron este jueves que investigarán a los dueños de la excavación.
La Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos en el país, dijo en un comunicado que la mina artesanal de oro tenía “prohibición de realizar excavaciones profundas como las efectuadas en el terreno”, sus conexiones eléctricas eran “aparentemente fraudulentas” y carecía de “una planta alterna de energía para suplir cualquier falla en el fluido”.
Agregó que los dueños de la mina permitían a los trabajadores, que no contaban con un contrato formal, extraer el mineral “bajo circunstancias de alto riesgo para su seguridad”.
“Iniciaremos una investigación y tendrá que ser copiada a la Fiscalía”, dijo la presidente la ANM, Natalia Gutiérrez, a Blu Radio.
Según explicó la funcionaria, el estado de formalización en que se encontraba la mina permitía a los trabajadores artesanales extraer oro del río, pero no excavar profundos socavones, como era este caso.
Reportes de la ANM destacan que de más de 30 emergencias registradas en minas legales en Colombia en el 2014, “82% se han presentado en minería subterránea”.