CUMBRE DEL G20 FHPL25 SAN PETERSBURGO (RUSIA) 05/09/2013.- El presidente ruso, Vladimir Putin (dcha), saluda al presidente chino, Xi jiping, antes de la reunión de representantes del BRICS en el marco de la Cumbre del G20 en San Petersburgo (Rusia). EFE/Epa/Alexey Kudenko / Pool (EPA/ALEXEY KUDENKO / POOL)
San Petersburgo, Rusia. AFP y AP. Las divisiones de la comunidad internacional sobre Siria quedaron patentes ayer en la primera jornada del G-20 de San Petersburgo, con Estados Unidos y Francia a favor de una intervención militar y un grupo de países, encabezados por Rusia, que abogan por una solución política.
“Se ha confirmado la división sobre Siria” entre las principales potencias mundiales, escribió el presidente del Consejo italiano, Enrico Letta, en un tuit al término de una cena en la que los mandatarios expusieron posiciones.
Casi todos los dirigentes presentes, incluido el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, intervinieron en una cena, que duró cerca de tres horas. “Todos condenaron el uso de armas químicas. La cuestión para algunos es saber quién” las usó, dijo una fuente diplomática francesa.
“Se trató de un intercambio entre los grandes líderes y no de ponerse de acuerdo”, afirmó otra informante.
La decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, de intervenir militarmente contra el régimen sirio de Bashar al-Asad , acusado de recurrir a armas químicas el 21 de agosto , ha puesto en pie de guerra, entre otros, a Rusia, haciendo revivir los viejos fantasmas de la Guerra Fría.
El anfitrión del encuentro, Vladimir Putin, decidió incluir el tema de Siria en la agenda de este G-20, dejando en segundo plano el temario oficial dedicado, entre otros temas, a las turbulencias financieras que viven los países emergentes.
Fortalecido por el aval de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense , Obama llegó a San Petersburgo dispuesto a convencer a sus interlocutores de que la comunidad internacional no se puede quedar “callada” frente a la “barbarie” en Siria, como advirtió la víspera en Estocolmo.
Obama espera la luz verde del Congreso, que reanuda sus sesiones el lunes, para llevar a cabo esta operación militar, en la que también participaría Francia.
Medida ilegítima. “Ni el Parlamento ruso ni el Congreso estadounidense pueden adoptar la decisión” de atacar a Siria, advirtió el Kremlin para el que, según la “legislación internacional, este tipo de decisiones no son legítimas”.
Putin y los numerosos partidarios de buscar una solución política se han encontrado con un aliado potente: el papa Francisco escribió al presidente ruso para instarlo a que los líderes abandonen el “vano afán” de una solución militar.
De momento no está prevista ninguna reunión entre Putin y Obama más allá de los saludos protocolares que anfitrión e invitado se han visto obligados a realizar.
El distanciamiento entre ambas potencias lo recalcó ayer la embajadora estadounidense en la ONU, Samantha Power, quien afirmó que Moscú tiene al Consejo de Seguridad de “rehén” en la crisis y Washington no espera que eso cambie.
Power afirmó que Rusia ha usado constantemente su poder de veto para bloquear medidas del Consejo de Seguridad contra Siria desde que la guerra civil comenzó hace dos años y medio, o ha evitado que esa instancia emita declaraciones por consenso. La embajadora agregó que no ve razones para creer que tal conducta se modifique.