Tacloban. EFE y AP. El tifón Haiyan, uno de los más fuertes de la historia de Filipinas, ha cambiado radicalmente el paisaje de la costa de algunas islas del archipiélago, donde se calcula que dejó más de 10.000 muertes y ha dejado un paisaje de destrucción total y en completa desesperación a los afectados.
La ciudad de Tacloban, hasta la fecha la más afectada del país, en la provincia oriental de Leyte, fue de las primeras que golpeó Haiyan con ráfagas de viento de hasta 315 kilómetros por hora en la mañana del pasado viernes.
Antes de la llegada del tifón, varias ONG se desplazaron a la zona, puesto que los expertos preveían que Leyte sería muy afectada por el tifón, pero poco pudieron hacer para ayudar a los 218.000 habitantes de Tacloban durante las más de seis horas que duró el azote.
Además de enfrentarse a vientos sostenidos de más de 250 kilómetros por hora y una incesante tromba de agua, Tacloban tuvo que soportar una subida del nivel de la marea de más de dos metros.
Lynette Lim, cooperante de la ONG Save the Children, vivió en primera persona el caos que en la ciudad cuando Haiyan la alcanzó.
“La tormenta fue enorme, había ventanas estallando constantemente, tejados que salían volando, desperdicios por todas partes. En mi vida he visto nada igual”, explicó Lim, que recuerda como la tormenta duro seis largas horas.
Para mediodía del viernes, ya había saqueos por toda la ciudad: “La gente iba a supermercados, tiendas, farmacias... Prácticamente se llevaban todo lo que podían, porque no había ningún tipo de ley ni orden y ellos necesitaban la comida y el agua”, comenta Lim.
La cooperante abandonó ayer Tacloban en un avión militar, ya que el aeropuerto está cerrado para los vuelos comerciales tras sufrir graves daños: “En el aeropuerto hay familias enteras con niños enfermos que suplican a los militares que les dejen subirse a sus aviones para salir de la zona”, apunta.
Por su parte, el director de Save the Children en Filipinas, Ned Olney, explicó que el paisaje de la costa “ha cambiado radicalmente” y que “no queda absolutamente nada en pie”. “Es una situación extrema. Estamos viendo cómo el número de víctimas mortales y de heridos no para de aumentar, y eso que estamos hablando solo de la provincia de Leyte”, asegura Olney.
Alrededor de cuatro millones y medio de personas de 36 provincias de Filipinas se han visto afectadas por Haiyan, de las que unas 330.000 se encuentran en los centros de evacuación, informó hoy la la agencia de noticias filipina, PNA.
Cada año Filipinas sufre una veintena de tormentas y tifones entre los meses de junio y octubre, ya que el archipiélago es la primera tierra con la que se encuentran estos fenómenos meteorológicos formados en el Pacífico.
Además de los tifones, Filipinas sufre regularmente el azote de la naturaleza, en forma de sismos o erupciones volcánicas. Sin embargo, si el balance de 10.000 muertos se confirma, Haiyan sería la peor catástrofe natural registrada en la historia reciente de Filipinas.