Jartum. EFE. La joven sudanesa Mariam Ishaq, sentenciada a la horca por convertirse al cristianismo , lamenta tener que amamantar a su hija recién nacida “con unos grilletes en las piernas y encerrada en una prisión” en un suburbio al oeste de Jartum.
En una entrevista telefónica, el esposo de Ishaq, Daniel Wani, aseguró además que ella recibió “con alegría” a su nuevo bebé, aunque lamenta las condiciones en las que vino al mundo.
Wani, de origen sursudanés pero de nacionalidad estadounidense, celebró haber podido ver a su hija que nació el miércoles entre las rejas de la prisión de mujeres de Omdurman, y expresó su confianza en poder seguir visitándola la próxima semana.
Las autoridades penitenciarias le otorgaron un permiso para que pueda visitar a su esposa dos veces por semana con una duración de 20 minutos cada encuentro.
Aclaró que tanto su esposa como la recién nacida “se encuentran en buen estado de salud y con la moral alta” , a pesar de las circunstancias de su detención.
Anunció que decidieron llamar a su hija “Maya , a quien e describió como una “hermosa pequeña” , y recordó que la recién nacida comparte celda también con su hermano Martin, de 20 meses.
Presión de clérigos. Wani reveló los continuos intentos de los clérigos, que pertenecen a instituciones gubernamentales, de convencer a la joven para que vuelva al islam, a pesar de que pesa sobre ella una sentencia de muerte.
“Mariam sigue insistiendo en su postura de que su origen siempre fue cristiano y pidió a la administración penitenciaria que no se la moleste con los repetidos intentos inútiles” de hacer que se declare musulmana, manifestó Wani.
Añadió: “¿Cómo va a volver al Islam si nunca fue musulmana? Su padre fue musulmán, es cierto, pero quien la crió fue su madre, que es cristiana” .
El esposo recordó que está a la espera de que un tribunal de apelaciones se pronuncie después de que el abogado del caso rechazó el veredicto y lo recurrió para, o bien revocar la pena o reducir el castigo.
Daniel Wani se casó con Mariam Ishaq en una iglesia católica en Jartum hace tres años y la pareja tuvo a su primer hijo antes de que comenzase el proceso judicial.
No obstante, el juez que la condenó a muerte, declaró nulo el matrimonio ya que las leyes de la sharía (ley islámica) no permiten que una mujer musulmana se case con un cristiano.