Cocaleros bolivianos exigen renuncia de Evo Morales

Las manifestantes rechazan la nueva ley de la coca que impulsa el mandatario y que reduce las áreas de cultivo

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La Paz, Bolivia. Centenares de cocaleros críticos del presidente boliviano Evo Morales salieron a marchar exigiendo la liberación de su dirigente preso, el cese de la erradicación de cultivos excedentes en su zona, la derogatoria de la nueva ley de coca aprobada el año pasado y la renuncia del gobernante.

Las protestas iniciaron por el desacuerdo de los cocaleros ante la reducción de áreas de cultivo de coca excedente que impulsa el mandatario y que la semana pasada derivó en tres muertes, dos cocaleros y un policía de la patrulla de erradicación.

"La lucha ha empezado (...) de lucha sectorial vamos a pasar a una lucha nacional hasta que renuncie este gobierno, queremos verles en la cárcel", dijo el secretario ejecutivo de los sindicatos de los Yungas, Tito Flores, en un discurso en la plaza San Francisco, en el centro de la capital La Paz.

Los agricultores pertenecen a Yungas en el norte de La Paz, una de las dos regiones cocaleras de Bolivia. El Chapare es la otra, en el centro del país, y reducto político de Morales.

La protesta fue pacífica pero bulliciosa y recorrió el centro de la ciudad ante la mirada de la policía antimotines que resguardaba edificios públicos. En esta ocasión no se reportaron incidentes.

“Vamos a continuar hasta que el gobierno nos escuche. Si no hay respuesta, desde el jueves bloquearemos carreteras”, declaró el dirigente Freddy Quispe.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que detrás del conflicto cocalero están “sectores de la derecha” que buscan “desestabilizar” al presidente Morales y que “grupos armados” vinculados al narcotráfico alientan el rechazo a la destrucción de coca excedente.

“Esta marcha está defendiendo cultivos ilegales de hoja de coca, cultivos excedentarios de coca, aquellos que están ubicados en la zona roja, ilegal”, criticó a su vez el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada.

El conflicto se remonta a principios de año y pone de manifiesto la pérdida de influencia de Morales, quien surgió como líder de sindicatos cocaleros antes de irrumpir en la política, en una de las dos regiones cocaleras que antes era su aliada y se suma a otras disidencias en momentos en que el mandatario busca un cuarto mandato en el 2019, según analistas.

Enfrentamiento

Los cocaleros de los Yungas rompieron con Morales a causa de una ley que elevó de 12.000 hectáreas a 22.000 hectáreas la frontera de cultivos de la planta para uso tradicional. Los de Yungas, zona originaria del cultivo, alegan que la norma favorece a los cocaleros del Chapare desde cuyo sindicato Morales saltó a la política precisamente por enfrentar la política de “coca cero” impulsada por Estados Unidos en la década pasada.

“No se trata de una disputa entre cocaleros; se trata de un litigio al interior del corazón del poder. El conflicto cocalero pone de manifiesto el debilitamiento político del régimen”, escribió en martes en el diario Página Siete el sociólogo Renzo Abruzzese.

En Bolivia hay 24.500 hectáreas de cultivos de coca, principalmente en los Yungas de La Paz (65%) y el Trópico de Cochabamba (34%), y según las Naciones Unidas, entre el 35% y el 48% la coca va a parar a la producción de cocaína, lo que convierte a Bolivia en el tercer productor mundial de coca y cocaína, tras Colombia y Perú.

Representa un poder económico cuyo comercio el año pasado generó hasta $374 millones sin contar lo que genera el narcotráfico, según un reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que monitorea los cocales en este país.

La protesta cocalera está aglutinando a sectores que se oponen a la reelección de Morales y exigen el cumplimiento de un referendo del 2016 que rechazó la postulación del mandatario. La marcha terminó en un mitin en puertas de la Universidad Mayor de San Andrés, la principal universidad pública de La Paz, cuyo rector Waldo Albarracín es impulsor del movimiento en contra de la postulación del gobernante.