Buenos Aires. AFP. El candidato oficialista, Daniel Scioli, golpeado por su ajustada ventaja en la primera vuelta presidencial del domingo en Argentina, y el conservador Mauricio Macri, eufórico por llegar al balotaje del 22 de noviembre , se lanzaron el lunes a conquistar votos y se desafiaron a un debate.
Scioli, un peronista apoyado por la presidenta centroizquierdista Cristina Fernández , afirmó que en la segunda vuelta se enfrentarán “dos visiones de país”, mientras que Macri sostuvo que es “el comienzo de una nueva etapa” en Argentina.
Ambos se refirieron a la próxima batalla en sendas ruedas de prensa, este lunes.
Scioli obtuvo 36,86% de los votos, y Macri, el 34,33%, sin que ninguno llegara al 45% o al menos al 40% con 10 puntos de diferencia sobre el rival, necesarios para evitar la segunda vuelta, como dispone el sistema argentino.
Aunque la mayoría de los sondeos preveían un balotaje , el escrutinio puso patas para arriba todos los pronósticos que hablaban de una brecha de al menos ocho puntos entre aquellos.
Kirchnerismo golpeado. “Este es el golpe más fuerte que sufre el kirchnerismo en 12 años que existe como fuerza política”, consideró el analista Rosendo Fraga.
La mayor debacle oficialista se produjo en la provincia de Buenos Aires, distrito clave del tamaño de Italia, donde la opositora María Eugenia Vidal, casi desconocida hace cuatro años, derrotó a Aníbal Fernández, el jefe de Gabinete de la mandataria.
Vidal será, desde diciembre, la primera gobernadora de ese distrito que alberga a 38% del padrón electoral y es tradicional bastión peronista, después de ganar con 39,49% frente a Fernández, quien obtuvo el 35,18%.
“La derrota en la provincia de Buenos Aires tiene un gran valor simbólico; ese clima sin dudas también favorece a Macri”, expresó el sociólogo y analista político Ricardo Rouvier, de la consultora homónima.
Scioli intentó dar vuelta a la página, y un poco más distendido que la noche del domingo, empezó a trabajar para la segunda vuelta. “Hoy empieza una nueva elección; por eso convoco a todos los argentinos”, declaró.
Insistió en que en el balotaje se enfrentará la continuidad “del desarrollo e inclusión social con fuerte presencia del Estado” a la visión de Macri, quien se inclina “por el libre mercado y políticas de endeudamiento que recuerdan al pasado”.
De 58 años, gobernador saliente de la provincia de Buenos Aires y excampeón mundial de motonaútica, Scioli retó a su adversario a realizar un debate. Macri ya dio el sí y la fecha tentativa es el 15 de noviembre.
“La sociedad nos exige una convivencia democrática. Me parece importante dar un debate”, dijo el candidato oficialista.
“Es el comienzo de una nueva etapa”, consideró [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151026_0019]]Mauricio Macri,[[END:INLINEREF]] el alcalde de derecha de Buenos Aires, de 56 años, al reconocer que se vio “sorprendido y emocionado” por la votación.
De vuelta en campaña, convocó a “todos los que han votado a los otros candidatos de la oposición pensando en un cambio”.
“A pesar de que en los números Macri perdió, Cambiemos (su frente electoral) en realidad ganó. Esto le puede provocar una ola de votos”, analizó Rouvier.
Ambos candidatos aspiran a conquistar los cinco millones de votantes (21,2%) de Sergio Massa, el peronista de centroderecha quien con su Frente Renovador alcanzó el tercer puesto. Es el virtual árbitro de la segunda vuelta. Prometió emitir un documento para orientar a los votantes.
Scioli aseguró que los votos de Massa “están más lejos de Macri” por el proyecto de país que plantean y tendió la mano a los votantes de los otros aspirantes presidenciales que el domingo quedaron afuera: el peronista de centroderecha Adolfo Rodríguez Saá (1,67%), la socialdemócrata Margarita Stolbizer (2,53%) y el trotskista Nicolás del Caño (3,27%), el único en anticipar que llamará a votar en blanco.
Argentina finalizará en diciembre 12 años con un Kirchner en el poder. Primero fue Néstor Kirchner (2003-2007) y luego su esposa, Cristina Fernández (2007-2015), a quien la Constitución impidió postularse a un tercer mandato.
Con una inflación extraoficial del 20% al 30%, el país dejó de crecer a tasas del 8% como en épocas doradas de los Kirchner. El consumo aún es alto, pero el nivel real de la pobreza es motivo de polémica con la oposición.
Alicia Kirchner, cuñada de la presidenta, obtuvo la gobernación de Santa Cruz (sur) y su sobrino Máximo, de 38 años, el hijo mayor de la mandataria, fue elegido diputado por esa provincia de la Patagonia.