Taipéi. AP y EFE. Un avión de la aerolínea TransAsia, con 58 personas –la mayoría originarias de China–, se vino al suelo poco después de despegar y causó la muerte de 31 ocupantes en Taipéi, la capital de Taiwán.
Rescatistas utilizaron una grúa para sacar el aparato de un río poco profundo, el miércoles por la noche, después del accidente que dejó 15 heridos y 12 desaparecidos.
El vuelo GE235 se inclinó abruptamente hacia la izquierda, rebanó parte del techo de un auto que circulaba por una carretera elevada, rozó con el ala un puente y se precipitó al río, dijeron las autoridades.
Quince personas con heridas fueron rescatadas en balsas inflables durante el día.
Dramáticas imágenes de video tomadas desde automóviles que pasaban por la carretera y que fueron difundidas por emisoras de televisión, muestran el ATR22 cuando se ladea, pasa sobre la vía y se precipita al río.
La prensa local conjeturó que el piloto pudo haber girado bruscamente para seguir la línea del río y evitar precipitarse en un área residencial cercana, aunque la autoridad de aviación de Taiwán dijo no tener evidencias de que hubiese sido así.
Las emisoras taiwanesas difundieron una y otra vez una grabación del contacto final de la cabina con la torre de control en la que el piloto declara Mayday (emergencia) tres veces. La grabación no ofrece pistas acerca del motivo de la emergencia.
Es el segundo ATR22, de construcción franco-italiana, que se estrella en un año.
El vuelo había despegado a las 11:53 a. m. del aeropuerto Sungshan de Taiwán, en ruta a las cercanas islas taiwanesas de Kinmen. Poco después del despegue, el piloto declaró emergencia, dijeron autoridades de la Aviación Civil.
El director de TransAsia, Peter Chen, informó de que el contacto con el avión se perdió cuatro minutos después del despegue. Agregó que las condiciones climáticas eran propicias para los vuelos y que se desconocía la causa del accidente.
“El avión accidentado era el modelo más nuevo”, expresó en una conferencia de prensa. “No tenía ni siquiera un año”.
Treinta y un pasajeros eran chinos, dijo la agencia de turismo taiwanesa. El aeropuerto Kinmen es un vínculo natural entre Taipéi y la provincia china de Fujián.
Wu Jun-hong, funcionario del Departamento de Bomberos, que coordinó el rescate, dijo que los desaparecidos estaban aún atrapados en el fuselaje o habían sido arrastrados por las aguas.
“Por el momento, la situación no es muy optimista”, declaró Wu a la prensa en el lugar del accidente. “Los que estaban en la parte delantera del avión probablemente perdieron la vida”.
Los rescatistas extraían también piezas de equipaje de una puerta abierta del avión para despejar el fuselaje.
Bajo una llovizna al caer la noche, los militares emplazaron puentes portátiles para facilitar el acceso a los restos del avión. Unas 300 personas, entre personal de rescate y periodistas, estaban apostados en las riberas del río estrecho.
Parte de la carretera elevada estaba cubierta de escombros y fue cerrada después del accidente.
Los familiares de las víctimas no habían llegado al lugar al anochecer del miércoles pero se aguardaba la llegada de algunos de ellos el jueves, incluso provenientes de Pekín.
Antes de caer al río, el ala del avión rebanó la parte superior de un taxímetro amarillo que pasaba por la carretera y el conductor y un pasajero resultaron heridos, precisó Chen.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó e que despachó 165 personas y ocho botes para las tareas de rescate, sumándose a los rescatistas del departamento de bomberos.
Otro ATR 72 operado por la misma aerolínea, con sede en Taipéi, se estrelló en las islas taiwanesas de Penghu el 23 de julio , con un balance de 48 muertos, al término de un tifón, por motivos todavía no aclarados.
ATR, un consorcio franco-italiano con sede en Tolosa de Francia dijo que despachaba un equipo a Taiwán para colaborar con la investigación.