Kabul
Una ola de ataques lanzados por talibanes dejaron al menos 58 muertos entre las fuerzas de seguridad afganas en todo el país, incluyendo un asalto que casi aniquila un campamento del ejército en la provincia sureña de Kandahar, se informó este jueves.
El portavoz Dawlat Wazir dijo que el ataque al campamento del ejército el miércoles por la noche, que involucró dos coches bomba suicidas y varias horas de combate, mató, al menos, a 43 soldados.
Otros nueve militares resultaron heridos y seis están desaparecidos. Agregó que 10 atacantes perecieron.
El Talibán se responsabilizó del ataque en una declaració de prensa.
En otra parte de Afganistán, una emboscada talibán en la provincia norteña de Balkh mató a seis policías el miércoles, dijo Shir Jan Durani, portavoz de la policía provincial.
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Un ataque a puestos policiales en la provincia occidental de Farah, también el miércoles por la noche, mató a nueve policías, dijo el jefe de policía, Abdul Marouf Foulad. Informó de que 22 insurgentes murieron en la batalla armada que siguió.
Afganistán está repeliendo un resurgimiento de los talibanes desde que las fuerzas estadounidenses y de la OTAN concluyeron formalmente su misión de combate a fines de 2014, pasando a un rol de contraterrorismo y apoyo.
Los talibanes desataron una ola de ataques en todo Afganistán desde el martes, atacando a edificios policiales e instalaciones del gobierno con atentados suicidas y matando al menos a 74 personas, de acuerdo con las autoridades.
Decenas de policías y civiles también han resultado heridos.
El viceministro del Interior Murad Ali Murad dijo que la embestida del martes es el "mayor ataque terrorista de este año".