El Cairo EFE La organización Human Rights Watch (HRW) denunció ayer que helicópteros del régimen sirio lanzaron barriles con gas de cloro contra tres localidades del norte del país a mediados de abril pasado.
En un comunicado, HRW destacó que las tropas gubernamentales utilizaron ese compuesto industrial como un arma, en contra de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas , a la que Siria está suscrita desde octubre del año pasado.
El grupo de derechos humanos entrevistó a diez testigos, incluidos cinco médicos, que dijeron haber visto cómo helicópteros lanzaron bombas o escucharon el ruido de estas naves antes de que se produjeran las explosiones, a las que siguió un olor muy peculiar.
También recopiló material gráfico que “sugiere de manera explícita” que las fuerzas gubernamentales lanzaron barriles que contenían gas de cloro en ataques registrados entre los pasados 11 y 21 de abril, que causaron al menos once muertos y al menos 500 heridos.
Estas bombas cayeron sobre los pueblos de Kafr Zita, en la provincia central de Hama, y de Al Temana y Telmans, ambos en la provincia septentrional de Idleb, dijo HRW.
Algunos testigos explicaron que el olor desprendido tras esos ataques era parecido al de los productos de limpieza, que también contienen cloro.
Humo amarillo. La mitad de los entrevistados por la organización añadió que las explosiones produjeron un humo amarillo, además del que normalmente sale de los lugares bombardeados.
Mientras, el personal sanitario aseveró que entre la población afectada aparecieron síntomas como vómitos, picazón y enrojecimiento de ojos, además de dificultades de distinto grado para ver o respirar.
El experto en agentes químicos Keith Ward manifestó a Human Rights Watch que esas pruebas “apoyan la conclusión de que en los ataques se utilizó gas de cloro, seguramente por la ruptura de cilindros comerciales de gas comprimido de cloro”.
El grupo recordó que la única parte en conflicto con helicópteros y aviones es el Gobierno sirio.
“El aparente uso de Siria del gas de cloro como un arma –por no mencionar sus ataques a civiles– es una violación de la ley internacional”, apuntó la subdirectora de HRW en Oriente Medio y el norte de África, Nadim Houry.
“Esta es una razón más para que el Consejo de Seguridad de la ONU lleve el caso de Siria a la Corte Penal Internacional”, agregó.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ya anunció, a finales de abril, la constitución de una misión de investigación en Siria para estudiar los supuestos ataques con gas de cloro denunciados.
Entre otras cuestiones, esa misión deberá aclarar el ataque del 11 de abril en Kafr Zita , del que el Ejecutivo de Damasco y la oposición se acusan mutuamente.
El régimen de Damasco se ha comprometido a entregar todo su arsenal químico para su destrucción antes del próximo 30 de junio, si bien la ONU ha expresado recientemente su inquietud por la falta de acceso al 8% de ese armamento que permanece aún en territorio sirio.
Las acusaciones de HRW se vieron apoyadas por el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, quien señaló que hay constancia de que Siria ha utilizado armas químicas “al menos en 14 incidentes” contra civiles desde octubre del 2013.
“Recientemente, hemos registrado al menos 14 incidentes en los que se habían utilizado armas químicas, especialmente cloro”, indicó Fabius en una conferencia en la Brookings Institution, centro de estudios de Washington.