PEKIN (AFP) El disidente Hu Jia, uno de los principales críticos del régimen chino, fue condenado el jueves en Pekín a tres años y medio de prisión por subversión, según uno de sus abogados y la agencia oficial China Nueva, lo que provocó una oleada de críticas internacionales.
"La prueba fue la publicación de artículos dentro y fuera de China, y aceptar entrevistas con la prensa extranjera", dijo el abogado Li Fangping a la prensa.
Durante el juicio, celebrado el 18 de marzo en apenas unas horas, el acusado se declaró inocente del cargo de "incitación a la subversión", precisó Li Fangping.
Detenido el 27 de diciembre cuando ya se encontraba bajo arresto domiciliario, Hu Jia había denunciado en varias ocasiones que Pekín no estaba cumpliendo los compromisos en favor de los derechos humanos que adoptó para lograr la organización de los Juegos Olímpicos de 2008.
Se trata de la segunda condena a prisión para un opositor al régimen comunista chino en diez días. El 24 de marzo fue condenado a cinco años de cárcel Yang Chunlin, que difundió una carta abierta titulada "Queremos derechos humanos, no los Juegos Olímpicos".
El veredicto del tribunal pequinés recibió rápidamente la desaprobación de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE).
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, aseguró desde Bucarest que la condena a Hu es "una decisión profundamente inquietante para Estados Unidos", pero descartó un boicot del presidente estadounidense George W. Bush a la ceremonia de inauguración de los juegos en agosto.
"El presidente ya ha dicho que es un evento deportivo, aunque también consideramos nuestra obligación hablar con las autoridades chinas sobre los derechos humanos antes, durante y después" de los juegos, añadió Rice.
La UE pidió la liberación inmediata de Hu Jia, considerando que identificar como "subversión la expresión de una opinión pacífica no se ajusta a la convención de derechos civiles y políticos que China se ha comprometido a respetar".
El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, se mostró "inquieto" por la situación porque "atenta contra el derecho a la libertad de expresión que forma parte de las convenciones onternacionales de derechos humanos así como de la propia constitución china".
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, aconsejó a las autoridades chinas que "tomen en serio" las criticas porque "es probable que aumenten si las cosas continúan así", aunque descartó un boicot de su país a la ceremonia inaugural de los juegos.
El Comité Olímpico Internacional (COI), sin embargo, rechazó comentar este caso. "No vamos a comentar este asunto", explicó Hein Verbruggen, presidente de la Comisión de coordinación del COI. "Esto está relacionado con la ley china, y no concierne ni a los Juegos ni al COI", justificó.
Varios diputados europeos denunciaron el jueves el castigo al disidente y declararon en un comunicado conjunto que "esta condena confirma una tendencia muy preocupante en este momento en China, donde todos los esfuerzos por la libertad de expresión son tratados por las autoridades como 'incitaciones a la subversión'".
China rechazó las acusaciones de que haya aumentado la represión contra los disidentes.
La organización defensora de los derechos humanos, Amnistía Internacional (AI), que el martes denunció que la represión contra los defensores de los derechos humanos se había agravado en China a medida que se acercan los juegos, reclamó la liberación "inmediata y sin condiciones" de Hu.
"Este veredicto deja en evidencia la idea de que los ciudadanos chinos son libres de tener opiniones y de expresarlas sin ser sancionados por las autoridades y sirve para intimidar a otros militantes que podrían sublevarse públicamente por la cuestión de los derechos humanos", denunció esta organización.
La Sociedad Internacional del Sida (integrada por unos 10.000 expertos independientes en materia de sida de todo el mundo) se unió a las peticiones de liberación de Hu, a quien definió como un "militante activo" en favor de las personas afectadas por el VIH en China.
Esa organización reveló, además, que Hu, de 34 años, padece hepatitis y esclerosis en el hígado, por lo que necesita cuidados diarios.
© 2008 AFP